- En esta época se genera un incremento en la demanda de productos del mar como pescado y mariscos; es importante asegurarse de que estos productos sean frescos y no representen un riesgo para la salud.
Agencia El Sol. Marzo 07, 2025.
Con la llegada de la Cuaresma, un periodo litúrgico en el que los católicos evitan el consumo de carne roja y optan por el pescado y los mariscos, es importante asegurarse de que estos productos sean frescos y no representen un riesgo para la salud.
Este 2025, la Cuaresma comenzó este miércoles 5 de marzo con el Miércoles de Ceniza y finalizará el jueves 17 de abril, justo antes del inicio del Triduo Pascual. Durante este tiempo, especialmente los viernes, los creyentes católicos practican la abstinencia de carne, lo que provoca un aumento en la demanda de productos del mar como pescados y mariscos.
Derivado de las altas temperaturas, así como también del largo proceso de traslado de los productos, es importante tener cuidado al momento de elegir los pescados y mariscos, por lo que debes estar seguro qué los productos se encuentren en una cadena de frío adecuada, ya sea en áreas refrigeradas o sobre camas de hielo, porque esto ayuda a mantener la frescura y la calidad del pescado o marisco, cuya principal característica es que deben oler a mar.
Es fundamental saber cómo detectar si los mariscos y pescados están frescos, para evitar cualquier riesgo al consumirlos, ya sea en una mariscada, ceviche o pescado frito. Aquí te ofrecemos algunos consejos prácticos para realizar una compra segura durante esta Cuaresma.
Consejos para detectar si el pescado está fresco
- Ojos claros y saltones: Los ojos deben ser cristalinos y ligeramente saltones. Si están opacos o hundidos, es una señal de que el pescado ha estado almacenado durante varios días y ha perdido frescura.
- Branquias rojas y limpias: Las branquias deben tener un color rojo vivo o rosado intenso. Si son de color marrón o grisáceo, o presentan mucosidad, el pescado ya ha comenzado a descomponerse.
- Olor a mar: El pescado debe oler a mar, fresco y limpio. Si huele a amoníaco o a podrido, es señal de que el producto está en mal estado.
- Piel brillante y escamas intactas: La piel debe ser húmeda, brillante y sin partes resecas o descoloridas. Las escamas deben estar bien adheridas al cuerpo y no desprenderse con facilidad.
- Carne firme y elástica: La carne debe ser firme y elástica. Al presionar con un dedo, si la carne vuelve a su forma original rápidamente, el pescado está fresco. Si la huella permanece, es signo de que ha perdido calidad.
- Filetes uniformes: Si compras pescado fileteado, asegúrate de que la carne tenga un color uniforme, sin bordes secos ni manchas oscuras. En pescados blancos, la carne debe ser translúcida, y en pescados rojos como el atún, debe tener un color vibrante sin zonas marrones.
Es importante comprar en mercados confiables y verificar las características del producto, ya que algunas especies más económicas pueden ser vendidas como variedades más caras.
Consejos para saber si los mariscos están frescos
- Olor a mar: Al igual que con el pescado, los mariscos deben oler a mar, lo que indica frescura.
- Mariscos vivos: Mariscos como almejas, mejillones y ostiones deben estar vivos. Puedes comprobarlo golpeando ligeramente la concha: si se cierra, el marisco está vivo, pero si permanece abierta, ya no es seguro consumirlo.
- Camarones, langostas y cangrejos frescos: Estos mariscos deben tener un color brillante y sin manchas oscuras. Las patas y antenas deben estar completas, sin signos de deshidratación.
- Agua clara: Si compras mariscos en agua, asegúrate de que el agua esté transparente y sin espuma. Un agua turbia o con residuos es señal de que los productos ya se están deteriorando.
Con estos consejos, podrás disfrutar de un pescado fresco y mariscos en óptimas condiciones durante la Cuaresma, sin poner en riesgo tu salud.