Agencia Excélsior. Noviembre 13, 2024.
Una Navidad en Nueva York puede ser realmente mágica para quienes aman la temporada. Por eso, queremos hablar de una de las tradiciones más emblemáticas de la Gran Manzana: la historia del árbol de Navidad del Rockefeller Center. Este icónico árbol, que adorna la Plaza Rockefeller cada diciembre, simboliza el inicio oficial de la temporada navideña en la ciudad, atrayendo a millones de visitantes y espectadores en vivo y a través de transmisiones.
Para 2024, el abeto noruego fue elegido y cortado en West Stockbridge, Massachusetts y llegó a la ciudad el 9 de noviembre. Con una altura de 74 pies (aproximadamente 23 metros) y un peso de 11 toneladas, es el primer árbol procedente de Massachusetts desde 1959. Su majestuosa presencia marca el inicio de los preparativos para la ceremonia de encendido, programada para el 4 de diciembre.
La tradición comenzó en 1931, en medio de la Gran Depresión, cuando los trabajadores que construían el Rockefeller Center decoraron un modesto abeto balsámico de unos 20 pies (6 metros aproximadamente) con guirnaldas de papel, tiras de arándanos y latas. Dos años después, en 1933, el Rockefeller Center realizó el primer encendido oficial, transformando el árbol en un símbolo navideño de la ciudad. Este evento se convirtió rápidamente en una tradición que reflejaba el espíritu de cada época. Durante la Segunda Guerra Mundial, el árbol fue decorado de forma patriótica, y en la posguerra, las luces y decoraciones se volvieron más complejas y luminosas, iluminando la Plaza con globos fluorescentes.
Desde hace más de tres décadas, el jardinero jefe del Rockefeller Center, Erik Pauze, es el encargado de elegir y supervisar el árbol de Navidad. Cada año, Pauze recorre diversos lugares en busca del ejemplar perfecto, y su proceso puede comenzar incluso con años de antelación. Este año, la elección del árbol se remonta a 2020, cuando Pauze notó un impresionante abeto de Noruega en el jardín de la familia Albert de West Stockbridge, quienes decidieron donarlo.
“Regresé de cargar combustible después de pasar la noche buscando árboles. Vi el hermoso abeto de Noruega mientras conducía por la carretera, y estaba justo frente a mí. Toqué la puerta y me encontré con Earl Albert. Le pregunté si algún día consideraría donar el árbol al Rockefeller Center. Su respuesta fue inmediatamente sí”, declaró Pauze, para el sitio web oficial de Rockefeller Center.
Desde hace más de tres décadas, el jardinero jefe del Rockefeller Center, Erik Pauze, es el encargado de elegir y supervisar el árbol de Navidad. Cada año, Pauze recorre diversos lugares en busca del ejemplar perfecto, y su proceso puede comenzar incluso con años de antelación. Este año, la elección del árbol se remonta a 2020, cuando Pauze notó un impresionante abeto de Noruega en el jardín de la familia Albert de West Stockbridge, quienes decidieron donarlo.
“Regresé de cargar combustible después de pasar la noche buscando árboles. Vi el hermoso abeto de Noruega mientras conducía por la carretera, y estaba justo frente a mí. Toqué la puerta y me encontré con Earl Albert. Le pregunté si algún día consideraría donar el árbol al Rockefeller Center. Su respuesta fue inmediatamente sí”, declaró Pauze, para el sitio web oficial de Rockefeller Center.
El próximo 4 de diciembre, la ceremonia de iluminación del árbol comenzará con un espectáculo musical de artistas reconocidos y terminará con el tradicional encendido. La iluminación no solo señala el inicio de la temporada navideña, sino que también simboliza el espíritu festivo que caracteriza a Nueva York durante estas fechas. El árbol se encenderá a las 8:00 p.m., y estará iluminado hasta medianoche todos los días, con un horario especial de 24 horas en Navidad.
Este evento gratuito para el público se celebra cada año el miércoles después de Acción de Gracias. Aunque la fecha de Thanksgiving varía, puedes anticipar el encendido del árbol siguiendo esta tradición anual.
La historia del árbol de Navidad del Rockefeller Center es un reflejo de la resiliencia y alegría de la ciudad. Desde sus humildes inicios hasta convertirse en un evento internacional, este árbol es un símbolo de esperanza y unión. La ceremonia de este año promete, como siempre, traer alegría y maravilla a todos los que la presencien.