Agencia Infobae. Marzo 19, 2024.
Según una leyenda, el dios Quetzalcóatl regaló el árbol del cacao a los hombres, pero otros dioses quisieron vengarse de él por haberlo entregado a la humanidad, y asesinaron a su esposa. Él lloró sobre la tierra ensangrentada y allí brotó un árbol con el mejor cacao del mundo.
Se sabe hoy que el árbol del cacao fue originario de la cuenca amazónica. Pero los antiguos mayas ya consideraban al cacao como “regalo divino”. Era una planta asociada con el inframundo, el lugar de sombras.
Junto con los olmecas, los mayas usaban el cacao para una variedad de dolencias como combatir la fatiga, disminuir el dolor de riñones y hasta para mejorar las funciones intestinales.
Existen al menos 22 especies de cacao, donde la gran mayoría habita en el norte de la amazonia y el río Orinoco, entre Venezuela, Colombia, Ecuador y una parte de Brasil. No obstante, también fue muy común su abasto en el sur de México.
Tras cientos de años, los granos de cacao se usan en todo el mundo y la investigación científica ya ha demostrado que su consumo sí tiene beneficios para la salud humana. Está repleto de flavonoides y antioxidantes, que contribuyen a reducir la inflamación y mejorar el flujo sanguíneo.
“Hoy hay que tener en cuenta que existen diferentes tipos de cacao. Todos los tipos de cacao tienen algún beneficio para la salud. Pero se deberían considerar que algunos son más saludables que otros. Un producto es el cacao en polvo que viene con azúcar. Otra cosa es el cacao en polvo sin azúcar añadido, que es el más recomendado desde el punto de vista nutricional: se puede usar con leche, en postres, entre otros”, dijo a Infobae la doctora Marianela Aguirre Ackermann, médica e integrante de la subcomisión científica de la Sociedad Argentina de Nutrición.
El cacao tiene antioxidantes, fibras, zinc hierro y magnesio, que contribuye a la salud ósea y a la inmunidad. Si tiene azúcar añadida, puede aportar más de 80 calorías cada 20 gramos. Si bien da energía, ese tipo de cacao consumido en exceso puede contribuir al aumento del peso y al desarrollo de caries dentales. Por eso se sugiere limitar la cantidad al consumirlo.
En cambio, el cacao sin azúcar añadido tiene un perfil más saludable: implica solo 30 calorías por cada 20 gramos. Tiene un sabor menos dulce, pero más antioxidantes y fibra.
Un reciente estudio liderado por Claire Lanaud, del Instituto Agap de la Universidad de Montpellier, de Francia, reveló que la domesticación del cacao empezó en la Amazonia peruana en lugar de Centroamérica. Publicada en Scientific Reports, la investigación detalla cómo se dio la domesticación de este fruto hace al menos 5.000 años.
Pero también se sabe que el cacao se aclimató en Mesoamérica, la vasta región formada por América Central y México. Fue domesticado y manipulado hasta lograr una variedad conocida como “criolla”, que tiene un sabor más delicado y menos amargo que el cacao de América del Sur.
Los mayas utilizaban el cacao para preparar bebidas, dulces y como dinero con el que se podía comprar otros productos. Originalmente, se usaba la palabra original “cacahuananche”, que sería “cacáhuatl (cacao)” y “nantzin (madre)”. El nombre significaba la “madre del cacao”, pero hoy sólo se utiliza la palabra “cacao”.
El cacao crudo tiene un sabor amargo, pero es muy rico en antioxidantes, minerales y vitaminas, por lo que a menudo se convierte en polvo que puede añadirse a otros alimentos.
De acuerdo con la Clínica Cleveland de los Estados Unidos, el alto contenido del cacao en flavonoides mejora la circulación, reduce la capacidad de coagulación de la sangre y, en general, disminuye la inflamación.
También ayuda a las células a resistir el daño causado por los radicales libres que aceleran el proceso de envejecimiento, y aumenta las endorfinas y la serotonina, que pueden mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
Ayuda a reducir la presión arterial
Los flavonoides del chocolate negro estimulan la producción de óxido nítrico en el organismo. El óxido nítrico dilata o ensancha los vasos sanguíneos, lo que mejora el flujo sanguíneo y reduce la presión arterial.
Un pequeño estudio investigó los efectos del consumo de chocolate en 60 personas con diabetes tipo 2 y presión arterial alta. Los investigadores descubrieron que los participantes que comieron 25 g de chocolate negro al día durante 8 semanas tenían una presión arterial significativamente más baja que los que comieron la misma cantidad de chocolate blanco.
Las conclusiones de una revisión mostraron que los efectos beneficiosos del chocolate negro sobre la presión arterial podrían ser más significativos en las personas mayores y en aquellas con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, a diferencia de los individuos más jóvenes y sanos.
Contribuye con el control del colesterol
El chocolate negro también contiene ciertos compuestos, como polifenoles y teobromina, que pueden reducir los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) en el organismo y aumentar los niveles de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL). Los médicos suelen referirse al colesterol LDL como “colesterol malo” y al colesterol HDL como “colesterol bueno”.
El colesterol HDL ayuda a reducir la cantidad total de colesterol en la sangre, mientras que el colesterol LDL puede estrechar los vasos sanguíneos.
Según un estudio aleatorizado y controlado publicado en el Journal of the American Heart Association, añadir almendras, chocolate negro y cacao a la dieta típica estadounidense sin exceder las necesidades calóricas puede reducir el riesgo de enfermedad coronaria. En combinación, las almendras y el chocolate negro redujeron las partículas LDL pequeñas y densas más dañinas en los participantes.
Tiene efectos antiinflamatorios
La inflamación forma parte de la respuesta inmunitaria natural del organismo frente a los gérmenes y otras sustancias nocivas. Sin embargo, la inflamación crónica puede dañar las células y los tejidos y aumentar el riesgo de padecer algunas enfermedades, como la diabetes de tipo 2, la artritis y ciertos tipos de cáncer.
El chocolate negro contiene compuestos con propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo. Una revisión de estudios publicada en Frontiers in Immunology sugiere que comer chocolate puede influir en el microbioma intestinal y fomentar la actividad antiinflamatoria.
En un pequeño estudio, los investigadores encontraron que comer 30 gramos de chocolate negro al 84% cada día durante 8 semanas redujo significativamente los biomarcadores inflamatorios en personas con diabetes tipo 2.
En diálogo con Infobae, el jefe de nutrición del Hospital Alemán de Buenos Aires, César Casavola, afirmó que es preferible consumir el polvo de cacao con menos grasa y sin azúcar agregado para obtener los beneficios que tiene para la salud humana.
El cacao natural contiene teobromina, que es una metilxantina como la cafeína. La teobromina puede tener un efecto estimulante, aunque es más suave que el de la cafeína.
“El cacao tiene sustancias estimulantes que pueden ser por encima de lo deseado si se consume en exceso. También puede producir cambios en el microbioma intestinal. Es decir, puede producir bienestar, pero también euforia y eso no está bueno”, dijo Casavola. “Puede tener contras: puede generar alergias y diarreas. Las personas con diabetes y las que tienen problemas hepatobiliar deben consumir con moderación o consultar antes a su médico”, señaló.