Agencia Excélsior. Mayo 29, 2025.
Una idea que parece sacada de una película de ciencia ficción ha llamado la atención desde hace unos meses en redes sociales: la posibilidad de que Marte y la Tierra lleguen a chocar en el futuro. ¿Estaríamos cerca del fin del mundo?
Y es que, aunque esto suene exagerado o imposible, existe una teoría científica que plantea esta posibilidad como un escenario extremadamente lejano, pero no completamente descartado.
Este tema surgió luego de que el físico y divulgador Javier Santaolalla explicara, a través de TikTok, cómo un principio matemático llamado teorema de Poincaré podría llevar a un impacto entre planetas.
El teorema de recurrencia de Poincaré, propuesto por el matemático Henri Poincaré en el siglo XIX, dice que en ciertos sistemas cerrados, como el sistema solar, los cuerpos que se mueven en ellos podrían, después de mucho tiempo, volver a posiciones muy parecidas a las que ya habían tenido.
Es decir, los planetas podrían volver a alinearse como lo han hecho antes, pero con pequeñas diferencias.
Lo interesante es que esas diferencias mínimas podrían, en teoría, causar cambios en las órbitas de los planetas.
Y si un planeta se sale un poco de su órbita habitual, podría cruzarse con la trayectoria de otro planeta. Así es como surge la idea de una posible colisión entre Marte y la Tierra.
Santaolalla explicó que, con el paso de miles de millones de años, el movimiento de los planetas podría alinearlos de tal manera que aumente la posibilidad de que uno interfiera en la órbita del otro. Aunque esto es muy poco probable, no es imposible, según algunos modelos matemáticos.
De acuerdo con la hipótesis de Santaolalla, un choque entre Marte y la Tierra podría ocurrir dentro de unos 5 mil millones de años.
Es un plazo extremadamente lejano, por lo que no representa ningún riesgo para nuestra generación ni para muchas más por venir.
De hecho, los científicos explican que, antes de que algo así suceda, el Sol probablemente se convertirá en una gigante roja, lo que ocurrirá también en ese mismo rango de tiempo.
Cuando eso pase, el Sol crecerá tanto que absorberá a varios planetas, incluida la Tierra. Por lo tanto, lo más seguro es que nuestro planeta no llegue ni siquiera al punto de esa posible colisión con Marte.
Aun así, los investigadores consideran valioso explorar estas ideas porque nos ayudan a entender mejor cómo funciona el universo y qué tan estables —o no— pueden ser los movimientos de los planetas.
Aunque la probabilidad es muy baja, los efectos de una colisión entre Marte y la Tierra serían devastadores.
La energía generada por un impacto de este tipo sería tan grande que destruiría completamente ambos planetas y eliminaría toda forma de vida. Se trataría de una extinción masiva, incluso más grande que cualquier otra registrada en la historia de la Tierra.
Además, el impacto podría causar que otros planetas del sistema solar se desestabilicen, cambiando sus órbitas o incluso provocando nuevos choques entre cuerpos celestes. El sistema solar podría quedar alterado para siempre.
Otra simulación que han considerado los astrónomos es la posibilidad de que Mercurio, el planeta más cercano al Sol, pierda su órbita estable y termine estrellándose contra el Sol. Estas ideas, aunque sean poco probables, forman parte de los modelos de comportamiento a largo plazo de los planetas.
Puede parecer innecesario hablar de algo que podría pasar en cinco mil millones de años, pero estas teorías sirven para entender mejor los sistemas dinámicos que componen el universo.
También ayudan a visualizar cómo incluso cambios pequeños en el espacio pueden tener efectos enormes a muy largo plazo.
Además, este tipo de temas suelen generar interés en redes sociales porque conectan ciencia con temas que parecen ficción, como colisiones planetarias o el fin de la humanidad.
Por eso, divulgadores como Santaolalla los explican con un enfoque sencillo para que más personas comprendan conceptos complejos como el teorema de Poincaré.