Agencia El Universal. Marzo 22, 2024.
Elena Larrea, quien falleció el martes 19 de marzo a causa de una trombosis pulmonar, dejó un legado importante sobre el activismo en contra de la violencia a los animales.
Este legado hoy se ve reflejado en la ahora llamada Ley Elena, la cual entró en vigor la noche del jueves 21 marzo y tipifica el abuso sexual a los animales (zoofilia) con una pena de 1 a 4 años de cárcel y una multa de hasta 43 mil 428 pesos.
Pero quizás el legado más importante fue Cuacolandia, un santuario ubicado en el Pueblo Mágico de Atlixco, el cual fue fundado en 2017 por Larrea.
Este santuario fue establecido con el objetivo de proporcionar una vida diferente a todos los equinos que sufrieron explotación y maltrato.
Pero no es un lugar para caballos sino también un refugio para otras especies como, yeguas, mulas, ponis, burros, becerros y hasta perros que fueron rescatados por Larrea.
Este santuario de 50 hectáreas cuenta con 60 caballos, de los cuales 42 solían ser empleados en las calandrias en Acapulco.
Asimismo, en algunos videos publicados por Cuacolandia, Elena había mencionado que hay más de cinco burros, entre ellos, Lucha y su cría que nació el pasado 20 de marzo. También hay una mula macho miniatura que se llama Igor.
Además hay perros y gatos rescatados, entre ellos, una perrita llamada Altagracia y Simba un gatito, los cuales vivían en las calles, pero Elena les dio un hogar en el santuario.
El último integrante de Cuacolandia fue un becerro de 15 días de nacido, el cual donado por su dueño con el apoyo del ayuntamiento de Ixtapaluca.
En total, se estima que hay más de 200 animales, de diversas especies y todas ellas rescatadas.
El gobernador de Puebla, Sergio Salomón, emitió un comunicado, en el que garantizaba el resguardo de los ejemplares en Cuacolandia, además de brindar la ayuda necesaria para atender a otros equinos, “priorizando siempre su bienestar”.
Según datos de 2023, el mantenimiento mensual del santuario superaba los 150 mil pesos, por lo que es un proyecto que también vive de donaciones, voluntarios, venta de productos de la marca Cuacolandia y de pensiones para caballos retirados a fin de que vivan en un espacio de varias hectáreas y con más animales a cambio de una renta mensual.
Tras la muerte de Elena Larrea, las redes oficiales de Cuacolandia informaron a sus seguidores que las donaciones que se hacían a través de la cuenta bancaria y PayPal, quedaron suspendidas hasta nuevo aviso.
De acuerdo con el santuario, más adelante publicarán las nuevas cuentas bancarias para hacer los depósitos o transferencias en apoyo para todos los animales que habitan en Cuacolandia.