Agencia Uno TV. Enero 17, 2025.
El “cushioning” es una práctica también conocida como “relaciones de reserva“, en la que se mantiene contacto con personas, esperando algún día perseguir un encuentro romántico o sexual, de acuerdo con el Dr. Martin Graff, líder de investigación en Psicología en la Universidad de South Wales, Reino Unido.
El fenómeno conocido como “cushioning” se manifiesta en las relaciones modernas como un “cojín de seguridad” emocional al mantener conexiones con otras personas fuera de la relación principal, complementa el Dr. Unai Aso, psicólogo sanitario por la Universidad del País Vasco, España.
“En esencia, aquellos que practican el cushioning mantienen opciones ‘en reserva’ para amortiguar cualquier posible dolor o rechazo que puedan experimentar en su relación actual”, dijo el doctor Unai Aso.
Este comportamiento puede manifestarse a través de conversaciones superficiales con otros posibles intereses románticos o al mantener activas las apps de citas durante una relación comprometida, según el experto español.
Cabe destacar que el “cushioning” no implica necesariamente un compromiso total con otra persona, sino que se trata de una red de seguridad emocional para protegerse de la vulnerabilidad, precisa Unai Aso.
El “cushioning” se traduce al español como “amortiguar“, y quién emplea esta técnica busca hacer menos dura su soledad y las carencias en su relación, según un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Asimismo, la persona pretende llenar vacíos como risas, alegrías, cariño, pasión, compañía y otras cosas que suelen generar placer y también para lidiar con rupturas, señala la institución mexicana.
Aso complementa precisando que esta práctica puede ser tanto consciente como inconsciente, y a menudo está impulsada por el miedo al compromiso, la inseguridad emocional y la necesidad de validación externa.
“En última instancia, el cushioning refleja las complejidades y los desafíos de las relaciones en la era digital, donde las opciones son abundantes y las conexiones pueden ser fugaces”, remata el especialista.
Cuando una o ambas partes de la relación practican el “cushioning“, puede provocar una serie de consecuencias psicológicas que afectan la conexión y la intimidad.
“Socava la confianza mutua en una relación, ya que indica que una o ambas partes no están completamente comprometidas o emocionalmente disponibles. La presencia de opciones ‘en reserva’ puede generar dudas y sospechas sobre la sinceridad y la fidelidad de la pareja”.
Por otro lado, esta técnica obstaculiza el desarrollo de intimidad emocional profunda y significativa en la relación. Al mantener reservas emocionales, es difícil establecer conexiones auténticas y satisfactorias en pareja, según el español.
El “cushioning” deteriora la calidad general de las relaciones al socavar la confianza, la intimidad y la comunicación en una relación que comenzará a carecer de profundidad emocional y satisfacción, señala.
La falta de compromiso también genera inseguridades y ansiedad en la víctima, pues se enfrenta a la posibilidad de ser sustituida.
Esta falta de compromiso total también puede generar inseguridad y ansiedad en la parte que experimenta el “cushioning“, ya que se enfrenta a la posibilidad de perder a su pareja o ser sustituida en cualquier momento.
El propio Unai Aso precisó las siete señales inequívocas para identificar que una persona es víctima de esta técnica amorosa:
Es importante reconocer estas señales y abordarlas de manera abierta en la relación, pues la comunicación clara y el establecimiento de límites saludables son esenciales para mantener relaciones libres de “cushioning“, según el especialista español.