Agencia Excélsior. Marzo 07, 2024.
Las niñas y las mujeres enfrentan barreras para movilizarse en la Ciudad de México, lo que se traduce en un mayor costo al trasladarse, indica el informe Género y Movilidad en la Ciudad de México: Avances, Retos y Recomendaciones, elaborado por la sede en México del Banco Mundial.
Los obstáculos, destaca el informe, se relacionan con un diseño de infraestructura y operación del transporte público “que ha sido históricamente ciego a las diferencias en la movilidad de mujeres y hombres”.
En la Ciudad de México persisten problemáticas de acoso sexual y violencia sexual que se viven en los sistemas de transporte público.
Entre 60% y 96% de las mujeres declaran haber sufrido acoso sexual en vehículos de transporte público o en espacios públicos relacionados con el transporte”, destaca el informe.
Ello se traduce en modificaciones de su comportamiento para reducir la inseguridad, tal como viajar acompañadas, cambiar de ruta constantemente, así como utilizar espacios exclusivos, entre otras acciones.
Y, en sectores de mayores recursos, se relaciona con la temprana adquisición de automóviles.
Las mujeres gastan más tiempo para trasladarse debido a sus pautas de viaje, al tener más paradas en el camino, viajar cuidando a otras personas y trasladarse en horas valle (con menos frecuencia de transporte y, por tanto, más tiempos de espera)”, resalta el documento.
El informe también concluye que existen limitaciones en el acceso a oportunidades laborales equitativas en el sector transporte.
A nivel global, la participación de las mujeres ha sido históricamente menor que la de los hombres y persisten problemáticas derivadas de la masculinización del sector transporte. Esto puede interpretarse como un costo extra de las mujeres o un ‘impuesto rosa’ que deben pagar al trabajar en el sector transporte”, indica.
Sin embargo, el documento consigna las acciones que se han implementado para afrontar este desafío.
En el caso de la Ciudad de México, se observa como una oportunidad la inclusión de criterios en materia de género y prevención de violencias y acoso sexuales en el marco de la Ley de Movilidad de la ciudad”.
Y describe que derivado de ello, de 2019 a la fecha se identifica un incremento de las mujeres que trabajan en estos puestos en varios organismos.
Tal es el caso del Metro, que pasó de tener 30% de conductoras a 35%. “Un aumento de 5% de personas conductoras mujeres resulta un avance sustantivo a reconocer e identificar lecciones aprendidas para seguir fomentando este camino en la red de transporte”.