Agencia Excélsior. Noviembre 21, 2024.
El detergente en polvo está desapareciendo de los estantes de los supermercados en Latinoamérica, dando paso al formato líquido. Este cambio responde a estrategias de mercado, mayor conciencia ambiental y ventajas prácticas del detergente líquido, como mejor cuidado de las telas y menor impacto ecológico. Además, el crecimiento de mercados informales y productos artesanales en algunos países añade nuevas dinámicas al sector. Comparar ambos formatos revela que el líquido es más versátil, aunque el polvo sigue siendo preferido por su economía. ¿Ya sabes cuál es el ideal para ti?
Si aún no lo has notado, uno de estos días lo harás. La desaparición gradual del detergente en polvo de los estantes del supermercado no es casualidad; responde a una estrategia de mercado bien definida y a los cambios en el comportamiento de los consumidores en Latinoamérica.
David Mackinson, analista de investigación, explica que “estamos ante el fin de la era de los detergentes en polvo en Latinoamérica”. De acuerdo con Mackinson, esta transición no es fruto de una simple preferencia de los consumidores, sino de un movimiento impulsado por los fabricantes. “Por ejemplo, en julio de 2015, Procter & Gamble en Argentina decidió dejar de producir sus marcas Ariel y Ace en formato de polvo. Es un cambio enorme y fundamental, ya que tradicionalmente los consumidores latinos han preferido el detergente en polvo”, comenta el analista.
El cambio está relacionado con la creciente competencia en el mercado, donde un mayor número de marcas reconocidas apuestan por el detergente líquido. Este formato se ha popularizado gracias a sus ventajas: se disuelve fácilmente, protege los colores y no deja residuos en la ropa.
Mackinson también señala otro fenómeno interesante: el crecimiento del mercado informal. “En países como Chile, existe un mercado artesanal en desarrollo para los detergentes líquidos. Estos productos hechos en casa se venden en ferias libres y comercio ambulante, pero también hay riesgo de que algunos de estos detergentes sean falsificados”.
Las grandes empresas del sector en un principio posicionaron el detergente líquido como un producto premium, destinado a un segmento de alto poder adquisitivo. Sin embargo, hoy esa estrategia ha cambiado, y ahora buscan que el detergente líquido sea accesible para todos los consumidores.
Elegir el detergente para ropa adecuado no es tarea sencilla. Debe cumplir con tres requisitos esenciales: ser biodegradable, lograr una limpieza efectiva y cuidar la textura de las prendas. Un estudio realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recomienda optar por detergentes con menos químicos y que respeten los colores de las telas. Según sus conclusiones, los detergentes líquidos son mejores que los detergentes en polvo en cuanto a protección de las telas.
Además, Profeco señala que los detergentes líquidos tienen una menor concentración de ingredientes agresivos, lo cual los hace más adecuados para el uso frecuente y para preservar la calidad de las telas por más tiempo. También destacan por su versatilidad en diferentes tipos de lavado, tanto en agua fría como caliente, y su facilidad para dosificarse adecuadamente sin dejar residuos.
La respuesta depende de las necesidades específicas de cada usuario. Si bien el detergente en polvo es más económico y efectivo para manchas pesadas como las de barro, el detergente líquido ofrece ventajas en la protección de las telas y en la facilidad de uso, especialmente en ciclos de lavado a bajas temperaturas.
Además, el detergente líquido es más amigable con el medio ambiente en comparación con el detergente en polvo, ya que requiere menos energía para su producción y no genera residuos de embalaje tan voluminosos. Asimismo, su fórmula permite un uso más eficiente del producto, reduciendo el desperdicio y contribuyendo a una menor huella ecológica.
La transición hacia el detergente líquido es una tendencia clara en el mercado latinoamericano, impulsada por los fabricantes y por un cambio en las preferencias de los consumidores. Esta evolución ofrece beneficios tanto para el cuidado de la ropa como para el medio ambiente, al ser un formato más eficiente y menos agresivo con los tejidos.