Agencia Uno TV. Octubre 08, 2024.
El cáncer de mama es una de las enfermedades más comunes entre las mujeres, y aunque puede afectar a cualquier persona, existe una predisposición genética que puede aumentar considerablemente el riesgo de padecerlo, según la Cleveland Clinic.
La publicación de Cleveland Clinic señala que algunos genes heredados de ambos lados de la familia pueden elevar el riesgo de desarrollar cáncer de mama y otros tipos de cánceres relacionados.
Los genes determinan muchos aspectos, desde la altura hasta el color de los ojos. Sin embargo, también pueden predisponer a ciertas condiciones de salud, como el cáncer.
Según la oncóloga de mama, la doctora Azka Ali, “sabemos que existen ciertas mutaciones genéticas que se transmiten en las familias y que pueden aumentar considerablemente las probabilidades de cáncer de mama y otros tipos de cánceres relacionados”.
Entre los genes más conocidos que aumentan el riesgo de cáncer de mama están el BRCA1 y el BRCA2. Estas mutaciones pueden incrementar el riesgo de padecer cáncer hasta en un 60%. Además, estas mismas mutaciones también están asociadas a otros tipos de cáncer, como el de ovario, páncreas y próstata.
Una de las preguntas más comunes es si el riesgo de cáncer de mama proviene del lado materno o paterno. La respuesta es: ambos. Los genes que pueden aumentar el riesgo se transmiten por generaciones tanto del lado materno como paterno.
“No se trata de qué lado de la familia, sino de cuántos miembros están afectados y cuál es la relación entre ellos,” explica la Dra. Ali.
Si bien un solo caso de cáncer en la familia no es suficiente para señalar una predisposición genética, múltiples casos en la misma rama familiar pueden ser una señal clara de que hay un factor genético involucrado.
Aunque la genética juega un papel importante, existen otros factores que también aumentan el riesgo de cáncer de mama. El envejecimiento, el tabaquismo, el consumo de alcohol, la obesidad, la exposición a radiación y el uso prolongado de terapia de reemplazo hormonal son factores que pueden elevar el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
El cáncer de mama también puede afectar a hombres, aunque es menos común. En estos casos, los hombres con mutaciones genéticas asociadas a este cáncer tienen un riesgo mayor.
Detectar el cáncer en sus etapas más tempranas puede marcar una gran diferencia en el tratamiento y pronóstico. La mayoría de los profesionales de la salud recomiendan realizar mamografías anuales a partir de los 40 años. Sin embargo, para las personas con alto riesgo, se pueden sugerir medidas de prevención más estrictas, como realizar mamografías a una edad más temprana o incluso utilizar bloqueadores de estrógeno.
La Dra. Ali enfatiza la importancia de conocer el historial familiar y discutir cualquier preocupación con un proveedor de salud. “La detección temprana sigue siendo clave para el cáncer de mama. Cuanto más comprendas tu riesgo, mejor podemos minimizarlo,” afirma.
La doctora Ali insta a las personas a familiarizarse con su historial familiar y realizarse los exámenes correspondientes para tomar control de su salud.