Agencia Excelsior. Noviembre 19, 2024.
El Día Internacional del Hombre, celebrado el 19 de noviembre, busca concienciar sobre la salud física y mental masculina, promover modelos positivos y combatir estereotipos tóxicos. Con el lema “Hombres sanos, familias sanas, sociedades sanas”, la fecha resalta problemas como las altas tasas de suicidio, menor expectativa de vida y desequilibrios domésticos. Hoy, cada vez más hombres reflexionan sobre su papel en la sociedad y adoptan prácticas que fomentan la empatía y el bienestar. Esta conmemoración no sólo impulsa el crecimiento personal, sino que también contribuye a la equidad de género y relaciones más saludables.
Esta celebración, que tiene sus orígenes en 1999 en Trinidad y Tobago, se ha convertido en un llamado global para reflexionar sobre el bienestar físico y mental de los hombres, la promoción de modelos masculinos positivos y la igualdad de género.
En este lustro, ser hombre implica enfrentar una realidad llena de expectativas cambiantes y desafíos personales.
Desde el equilibrio entre la vida laboral y la personal hasta el reconocimiento de la propia vulnerabilidad emocional, los hombres del siglo XXI se encuentran en una encrucijada. ¿Somos el hombre que queremos ser? Esta pregunta resuena en un contexto donde se nos invita a replantearnos nuestras prioridades y a romper con los estereotipos que durante generaciones han definido lo que significa ser hombre.
En la vida cotidiana, los hombres enfrentan el reto de equilibrar sus responsabilidades familiares, laborales y personales. Cada vez es más común ver a hombres involucrarse activamente en la crianza de sus hijos y compartir las tareas del hogar, cuestionando los modelos patriarcales que los relegaban a ser meramente proveedores económicos. Estos cambios representan un avance significativo hacia la construcción de sociedades más justas e igualitarias, donde el papel del hombre no esté limitado por estereotipos anticuados.
Ante la pregunta persiste: ¿somos el hombre que queremos ser? La respuesta depende en gran medida de la capacidad de cada uno de nosotros para redefinirnos y adaptarnos a las necesidades de este tiempo. En esta década, la construcción de una masculinidad saludable y positiva implica deshacerse de las barreras impuestas por el miedo y el orgullo, y abrazar el crecimiento personal y la empatía. Ser el hombre que queremos ser también significa apoyar a otros hombres, reconocer nuestras fallas y trabajar juntos para superar los desafíos comunes.
A pesar de los logros, la celebración de este día aún enfrenta críticas y desafíos. Para muchos, el Día Internacional del Hombre resulta irrelevante en comparación con otras fechas conmemorativas enfocadas en la igualdad de género. Sin embargo, los defensores de la fecha insisten en que para alcanzar una verdadera equidad es fundamental reconocer las problemáticas que afectan a todos los géneros, incluyendo a los hombres.