Agencia El Universal. Abril 19, 2024.
La conexión entre un perro y su dueño es verdaderamente única y especial. Más que simplemente mascotas, los perros se convierten en compañeros leales y fieles que enriquecen nuestras vidas de muchas formas.
Seguramente has escuchado decir que los perros parecen arrepentidos o que piden perdón cuando hacen algo malo, como orinar dentro de casa o morder un objeto. Sin embargo, ¿es realmente cierto que los perros tienen esta capacidad? La realidad es un poco diferente.
Según Marta Sarasúa, ATV y etóloga especializada en modificación de conducta, los perros no tienen la misma noción de “bien” y “mal” que los humanos, ya que lo que para nosotros puede ser considerado un comportamiento inapropiado, para ellos es simplemente natural.
Cuando un perro muestra señales de arrepentimiento, como bajar la cabeza, tener el rabo entre las patas o emitir gemidos, en realidad está manifestando señales de calma o apaciguamiento. Esto se debe a que los perros son expertos en asociar eventos y aprender a través de ellos. Por ejemplo, si regañamos a un perro por orinar dentro de nuestro hogar, él asociará la presencia de la orina con una reprimenda posterior.
Sin embargo, si encontramos un comportamiento no deseado mucho después de que ocurrió, como morder un mueble, el perro no entenderá por qué está siendo reprendido. Entonces, ¿cómo educar a un perro para que entienda lo que está bien y lo que está mal? La clave está en la educación temprana y en el uso de refuerzos positivos en lugar de castigos físicos. Es importante actuar en el momento adecuado y ofrecer al perro comportamientos alternativos apropiados.
De esta manera, aunque nuestros fieles amigos pueden mostrar signos de arrepentimiento y no tienen una comprensión completa de lo que significa “pedir perdón”, con la educación adecuada y una buena relación con sus tutores, los perros pueden aprender a comportarse de manera apropiada en diversas situaciones.