Agencia Uno TV. Junio 26, 2024.
El Maneki-neko, también conocido como “gato de la suerte”, es una popular figura japonesa que se cree que trae buena suerte a su dueño.
Su origen exacto sigue siendo un misterio, aunque algunos estudiosos creen que se remonta al siglo XVII en la región de Imado, en Tokio. Allí, las geishas utilizaban las figuras de estos animalitos con la pata levantada para atraer clientes a sus casas de té.
La historia más famosa cuenta que un sacerdote pobre que vivía en el templo Gotoku-ji en Tokio; un día, un rico señor feudal le pidió refugio durante una tormenta, pero, el capellán, con su escasa comida, solo pudo ofrecerle un plato de arroz.
Agradecido, el señor feudal le dio una moneda de oro y le cuidó a su michi. Al regresar a casa, el bigotón se encontró con unos bandidos que atacaron al señor, salvándolo de la muerte.
En honor al animal de compañía, el señor feudal le dio al templo grandes riquezas, y desde entonces, el gato de la suerte se asocia con la fortuna y la prosperidad.
El Templo Gotokuji se ha convertido en un lugar de peregrinación para las personas que buscan buena suerte y fortuna. El templo está lleno de figuras de estos michis de todos los tamaños, formas y colores. Los visitantes pueden comprar estos amuletos de la suerte o simplemente disfrutar observando la gran colección.
Además de la famosa leyenda, el Templo Gotokuji también es conocido por su jardín tranquilo, pues es un lugar perfecto para relajarse y meditar; además es el sitio de descanso final de Ii Naosuke, un importante político del período Edo.
El gato de la suerte no solo es una figura decorativa, sino que también está cargado de simbolismos:
Hoy en día, el gato de la suerte es un símbolo omnipresente en la cultura japonesa. Se puede encontrar en hogares, negocios, restaurantes y templos, pues es un regalo popular para ocasiones especiales y se considera un amuleto de la buena fortuna.