Agencia El Universal. Octubre 10, 2024.
La Patagonia, conocida por su imponente paisaje y biodiversidad, alberga un tesoro natural que destaca por sus propiedades para la salud ocular: el maqui. Esta fruta nativa, que crece en los bosques de la Patagonia andina, tanto en Chile como en Argentina, ha ganado reconocimiento mundial por ser una de las fuentes más ricas en antioxidantes. Entre sus numerosos beneficios, el maqui destaca por su capacidad para proteger los ojos de diversas patologías, gracias a su alto contenido de polifenoles y antocianinas.
Las patologías oculares, como el glaucoma y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), son condiciones que afectan la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo, según la Academia Americana de Oftalmología. En particular, el glaucoma ha alcanzado niveles alarmantes, con millones de casos reportados y muchas personas enfrentando la pérdida de la visión debido a esta enfermedad. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que la nutrición desempeña un papel crucial en la prevención y el manejo de estas condiciones, y el maqui ha emergido como un aliado poderoso.
El maqui es una de las frutas con mayor capacidad antioxidante del mundo. Esto se debe a la presencia de delfinidina, un tipo de antocianina que tiene un potente efecto en la neutralización de los radicales libres. Estos radicales son moléculas que causan estrés oxidativo, un proceso que daña las células del cuerpo, incluidas las de los ojos. La capacidad del maqui para combatir el estrés oxidativo es clave para prevenir el daño en los tejidos oculares, especialmente en personas que sufren de patologías como el glaucoma o el síndrome de ojo seco.
El extracto de las bayas de maqui ha sido objeto de estudios que demuestran su eficacia para aliviar los síntomas del síndrome de ojo seco. Investigaciones llevadas a cabo por la Universidad Farmacéutica de Gifu en Japón concluyeron que el consumo de este extracto ayuda a restaurar la función lagrimal, mejorando significativamente la hidratación ocular. Además, las propiedades antioxidantes del maqui contribuyen a frenar el avance de enfermedades degenerativas como la DMAE, que es una de las principales causas de ceguera en personas mayores.
Los antioxidantes presentes en el maqui, como la vitamina C, la vitamina E, el betacaroteno, la luteína y la zeaxantina, actúan protegiendo la retina de los daños provocados por los radicales libres. Esta combinación de nutrientes es particularmente efectiva para reducir el riesgo de progresión del glaucoma y la DMAE, enfermedades que afectan a un número creciente de personas en todo el mundo.
Promover una dieta rica en antioxidantes, incluyendo el maqui, puede ser clave para prevenir y mitigar las consecuencias de patologías oculares de gran prevalencia. Ya sea a través de suplementos o del consumo de las bayas frescas, el maqui puede convertirse en un componente esencial de una estrategia nutricional para mantener la salud visual en el tiempo. Además de proteger la vista, esta fruta patagónica aporta beneficios para la salud en general, contribuyendo al bienestar integral del organismo.