Agencia Excélsior. Marzo 20, 2024.
Era tanta su hambre que ya realizaban actos de canibalismo al comerse la cola entre ellos. Flacos hasta los huesos, enfermos; en total 177 grandes felinos abandonados en la Fundación Black Jaguar White Tiger (BJWT), en el peor caso de maltrato animal de la historia de México.
Detrás del infierno en el que vivían los animales en el Ajusco, un relato para atrapar likes que día a día se iba contando en historias y reels de Instagram. El llamado Papá Oso, Eduardo Serio conviviendo muy de cerca con feroces tigres, leones y jaguares, que a su lado parecían tiernos gatitos.
Artistas, deportistas y socialités de talla internacional como Paris Hilton o las Kardashian, no sólo los visitaron en la Ciudad de México, sino que pusieron su nombre a cachorritos a cambio de jugosos donativos.
Ernesto Zazueta, presidente del Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), acusó que el dueño de la Fundación BJWT sigue monetizando a través de sus redes sociales y recibiendo donativos en Estados Unidos.
En junio de 2022, en plena pandemia de Covid-19, una extrabajadora de Eduardo Serio sacó a la luz lo que realmente sucedía detrás de esa fachada de popularidad web.
La AZCARM entró al quite y rescató a través de 14 de sus agremiados a 140 de los 177 grandes felinos. Sólo el recién creado Santuario Ostok, en Culiacán, Sinaloa, dio una segunda oportunidad de vida a 40 ejemplares.
El proceso administrativo en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se encuentra archivado y la carpeta de investigación en la Fiscalía General de la República (FGR), no se ha judicializado.
Casi dos años después, no hay justicia para las víctimas de la Fundación Black Jaguar White Tiger, la ley todavía no alcanza a su dueño, acusado de delitos contra la biodiversidad y tráfico de especies.
Los gastos para Ostok son millonarios, por el rescate, traslado, atención médica y manutención de los grandes felinos y sigue sumando.
“Incluyendo el traslado, la rehabilitación, muchos medicamentos, en un principio, tratamientos médicos, veterinarios y todo, más la alimentación de estos dos años, suman alrededor de 20 millones de pesos”, reveló Ernesto Zazueta, también presidente del Consejo de Ostok Sanctuary.
La situación de confrontación con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), por la falta de respuesta a la solicitud de permisos de vida silvestre y acciones que consideran intimidatorias como “inspecciones ilegales”, está llegando a un punto de no retorno.
Ernesto Zazueta amagó con llevar las jaulas con los tigres, leones y jaguares del BJWT afuera de las oficinas de la Semarnat, para que sean ellos quienes atiendan a los animales, “porque ya les toca”.
“Los reciben o dan el destino final de los ejemplares, para que nosotros podamos mover esos animales, ya no podemos con tantos gastos, tenemos lugares en muchas partes del mundo a donde los podemos enviar”, señaló.
Explicó que lo que requiere Ostok es que la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS), de la Semarnat convierta la custodia temporal de los grandes felinos, que venció desde el 31 de diciembre de 2022, en posesión final y alta en su colección, para comenzar los trámites de traslado a un santuario en la India.
Detalló que hasta ahora la titular de la DGVS, María de los Ángeles Cauich, se ha negado a realizar los trámites, argumentando que no puede reconocer legalmente a los animales, “que ellos mismos entregaron para su rescate y atención”, lo que limita a Ostok para continuar con su labor de rescate de ejemplares maltratados o provenientes del tráfico por falta de espacio.