Agencia López Doriga. Noviembre 05, 2024.
Adoptar a un animal de compañía es una decisión que debe tomarse en serio, porque representa la llegada de un nuevo integrante a la familia.
Carlos Esquivel Lacroix, jefe del Departamento de Vinculación y Comunicación de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional Autónoma de México, comparte algunas recomendaciones para convertirse en un dueño responsable.
El académico recomienda llamar “animales de compañía” a las especies domesticadas en vez de “mascotas”, ya que el origen de esta palabra es “amuleto”, porque en la antigüedad se pensaba que llevaban suerte a sus dueños.
“La interacción humano-animal hoy es muy profunda y trae diferentes beneficios a sus dueños, por ejemplo, ayuda a que las personas expresen mejor sus emociones, los jóvenes establecen mejores relaciones sociales y a los niños los hace más asertivos, además de que ayudan a conservar la salud porque acariciar a un perro fortalece la presión arterial”, explica el académico especialista en reproducción de perros y gatos.
La mayoría de las personas que cuentan con un animal de compañía lo consideran un miembro más de la familia, por lo que es triste que hoy todavía se hable sobre temas de abandono o maltrato, opina el profesor de la materia de Reproducción Animal en la UNAM.
“Aunque en años recientes en México hemos entrado en una dinámica de tenencia responsable de animales, todavía hay trabajo por hacer, y por eso hay que impulsar la adopción, ya que todavía hay millones de animales sin hogar”, apunta.
Tener un animal de compañía representa una gran responsabilidad, por lo que se trata de una decisión que debe ser analizada seriamente y no basta con argumentos como “yo siempre he tenido perro” o “todos mis amigos tienen gatos”.
“Primero hay que preguntarse si pueden tener un perro, es decir, analizar si cuentan con el tiempo y espacio suficiente, además de si habrá alguien encargado de atenderlo”, indica Esquivel Lacroix.
Además, es necesario saber si el presupuesto familiar alcanza para mantener bien alimentado al nuevo miembro de la familia y si se puede contar con un presupuesto para vacunas o contingencias de salud.
Analizar el espacio con el que se cuenta en casa –como si hay patio o jardín-, además de las características de los miembros de la familia –como si hay niños pequeños o adultos mayores-, también sirve para decidir, por ejemplo, el tamaño del perro ideal para llevar al hogar.
Asimismo, la edad o la raza de los animales ya no son un factor importante en la decisión de adoptar, ya que un animal adulto se puede integrar muy bien a un hogar y la raza es menos importante que otras características, como el tamaño o la apariencia.
“Genéticamente, la raza solamente aporta 20 por ciento de aspectos como la agresividad, mientras que el otro 80 por ciento se genera a través de su entorno”, aclara.
El punto más importante entre todos estos consejos es que todos los miembros de la familia estén de acuerdo en la llegada a casa de un animal de compañía, apunta el especialista.
El también asesor para el establecimiento de estrategias enfocadas al fomento de la tenencia responsable de animales de compañía en los sectores público y privado recomienda que las adopciones se hagan en centros reconocidos o con especialistas, con el fin de no tener malas experiencias.
Algunas organizaciones que gozan de prestigio y desmedidas estrictas para dar en adopción a animales de compañía y que consideran el beneficio de ambas partes son @AMORSINRAZA @BENITOSHOUSE @ADOPTA.MX