Agencia Infobae. Marzo 13, 2025.
En una era donde la información está al alcance de un clic, cada día, miles de personas recurren al “doctor Google” u otros navegadores para buscar respuestas médicas sobre síntomas de salud, enfermedades y tratamientos.
En los últimos años, es cada vez más frecuente que los pacientes arriben al consultorio con diagnósticos autogenerados a partir de búsquedas en internet, lo que muchas veces genera confusión y ansiedad. Esta práctica, lejos de tranquilizar, suele generar aún más incertidumbre, ya que puede calmar la ansiedad en el momento, pero alimenta otra serie de dudas.
“Es sorprendente la cantidad de cosas que uno encuentra con un síntoma o dos síntomas. Hay maneras de filtrar esa información, que son los sitios más serios, fuentes confiables de universidades por ejemplo”, describió el cardiólogo Alejandro Meretta (MN 65791), jefe de Cardiología Nuclear en ICBA Instituto Cardiovascular.
El fenómeno es tan frecuente que los médicos deben lidiar con pacientes que toman decisiones basadas en información errónea. “Vemos a muchos pacientes en el consultorio que nos dicen ‘me dijeron que tengo esto y esto’. ¿Quién se lo dijo? ‘Lo busqué en Google’”, contó Meretta.
Ante esta problemática, el especialista insistió en la necesidad de recurrir a sitios con respaldo científico. “Hay maneras de filtrar la información: hay sitios más serios”, afirmó. Entre ellos, destacó los portales de universidades y sociedades médicas.
El cardiólogo reconoció que evitar las consultas en Google es casi imposible, pero recomendó hacerlo con criterio: “No estamos diciendo que no se busque información, pero si lo hacemos, debemos seguir una hoja de ruta, consultar fuentes confiables”.
Meretta explicó que herramientas como ChatGPT pueden ayudar a los médicos a evaluar alternativas de tratamiento, pero siempre en manos de profesionales. “Si la base de datos está bien alimentada, la respuesta será fidedigna. Si no, la información será errónea”, puntualizó.