Agencia Excélsior. Diciembre 11, 2024.
El accidente de Chernóbil ocurrido en 1986, dejó una ola de muerte y devastación en la zona que prevalece hasta nuestros días, pues la ciudad de Prípiat, en Ucrania, que entonces pertenecía a la Unión Soviética, aún permanece deshabitada y es un riesgo para la vida, o al menos eso se creía hasta hace unos años.
A pesar de la muerte y destrucción que reina en el lugar, diversas formas de vida han logrado adaptarse a las condiciones hostiles que representa la radiación y han florecido a pesar de las circunstancias, pues animales y plantas habitan los alrededores demostrando que un cambio en su ADN le ha permitido sobrevivir.
Fue así como un grupo de científicos de salud ambiental de la Universidad de Columbia se dio a la tarea de investigar lo que ocurre con los perritos callejeros que habitan en los alrededores de la Zona de Exclusión de Chernóbil (CEZ), y tras recolectar muestras de sangre de 116 animalitos descubrieron algo sorprendente, pues los lomitos han logrado mutar a niveles nunca antes vistos.
Los expertos encontraron que los perritos han mutado para desarrollar un nuevo superpoder: son inmunes a la radiación, los metales pesados y la contaminación, lo cual sugiere que se han adaptado para soportar la exposición a largo plazo a este ambiente tóxico y explicaría por qué han seguido prosperando en el lugar.
Los científicos han destacado que entender cómo los lomitos desarrollaron su súper poder genético podría ayudar a comprender los impactos en la salud de vivir en un ambiente altamente tóxico con múltiples peligros ambientales, no sólo en los animales sino también en los humanos.
Tras el trágico suceso, la población de Chernóbil y sus alrededores fue evacuada para evitar los niveles extremos de radiación, esa ausencia permitió que la vida silvestre floreciera y prosperara en la CEZ, que contiene seis veces más radiación de la cantidad de exposición permitida para los trabajadores humanos.
El lugar del desastre nuclear de Chernóbil aún es muy radiactivo, sin embargo, de alguna manera, los perritos callejeros han logrado sobrevivir allí durante años y se estima que alrededor de 900 lomitos viven ahí y muchos de ellos son probablemente descendientes de mascotas abandonadas tras la evacuación masiva de los residentes de Chernóbil.
El estudio de los perritos fue publicado en la revista Canine Medicine and Genetics en marzo de 2023, y en donde se detalla cómo los expertos identificaron 52 genes asociados con la exposición a la contaminación del medio ambiente en la planta de energía nuclear.
En otras palabras, el entorno contaminado de los perritos provocó que desarrollaran mutaciones genéticas que se transmitieron de generación en generación, lo que en última instancia impulsó su adaptación a las duras condiciones.
Pero estos perritos callejeros no son los únicos animales CEZ que han desarrollado súper poderes genéticos, pues también se ha encontrado hallazgo de lobos mutantes que viven en este hábitat tóxico y que son resistentes a la radiación que causa cáncer, además de ranas arbóreas orientales con piel negra mutante que viven cerca del sitio, las cuales cohabitan con sus contrapartes verdes, no mutantes.