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Pirotecnia eleva contaminación hasta 10 veces

  • En festividades generalizadas, los índices de contaminación se incrementan drásticamente por la quema de cohetes.

Agencia Excélsior. Enero 06, 2024.

La quema de pirotecnia en celebraciones como Navidad, Año Nuevo, noche del Grito de Independencia, San Judas Tadeo, Virgen de Guadalupe, entre otras, disparan hasta diez veces los niveles de contaminación por partículas suspendidas PM10 y PM2.5 en la Ciudad de México, de acuerdo con los registros de las autoridades ambientales.

Sergio Zirath Hernández, director de Calidad del Aire de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), indicó que la quema de pirotecnia eleva en sólo unas horas los niveles de contaminación del aire al grado de que las autoridades, incluso, en ocasiones deben activar contingencias ambientales.

Por ejemplo, durante los festejos de Año Nuevo, a las 21:00 horas del 31 de diciembre de 2023 existían condiciones aceptables de contaminación del aire por partículas suspendidas, pero una vez que comenzó la quema de pirotecnia por la llegada del Año Nuevo los niveles aumentaron, se acumularon y para las 05:00 horas del 1 de enero ya se habían incrementado más de diez veces.

El ascenso exponencial de los contaminantes combinado con clima de poco viento, frío y nula lluvia provocaron que los contaminantes se estancaran en regiones del Valle de México y aumentaran una vez que reinició la actividad de la ciudad, por lo que a las 10:00 horas se debió activar la contingencia ambiental regional en el sureste del Valle de México, explicó.

“La contaminación de partículas PM2.5 en una hora, por ahí de las 9 y 10 de la noche estaría entre 15 microgramos por metro cúbico y a lo mejor 30 o 35 microgramos por metro cúbico dependiendo la estación, pero en los momentos en que la gente empieza a quemar pirotecnia vamos a encontrar cómo la contaminación va a subir a niveles cercanos a 60, 70 y ya nos vamos a altas horas de la madrugada, 2 o 3 de la mañana, y vamos a encontrar valores arriba de 200 microgramos por metro cúbico.

“Esto lo que nos estaría demostrando es cómo la contaminación, conforme van avanzando las horas en las que la gente tradicionalmente sale a quemar cohetes, la contaminación va creciendo, por qué va creciendo, porque son los cohetes que estoy quemando hoy los que me generan una contaminación, pero si yo veo la siguiente hora veo la contaminación de los cohetes de la siguiente hora, más la suma de lo que quemé en esta hora y así sucesivamente, de tal forma que el máximo se presenta por ahí de las 5 de la mañana”, expresó.

En los últimos años, han sido constantes las activaciones de contingencias ambientales por el aumento de partículas suspendidas PM10 y PM2.5 debido a la quema de pirotecnia.

El 1 de enero de 2018 y de 2023 se activaron contingencias regionales en el noreste y el sureste del Valle de México por PM10 y PM2.5, respectivamente.

Mientras que el 25 de diciembre de 2018, 2019 y 2021 se activaron contingencias regionales en el noreste y el sureste del Valle de México por PM10 y PM2.5, respectivamente.

Hernández dijo que existen alcaldías y municipios en donde la quema de pirotecnia es más intensa, esto porque tienen índices elevados de partículas suspendidas en los días de festejos. Y puso como ejemplo los municipios de Coacalco, Ecatepec y Nezahualcóyotl, y las alcaldías de Iztapalapa y Azcapotzalco.

“Sí, vemos alcaldías y municipios donde la quema de cuetes no es tan importante porque nuestro sistema de monitoreo no detecta tanta contaminación, pero hay otras alcaldías como Coacalco, Villa de las Flores, es cada año, no falla, tenemos una concentración enorme, es donde generalmente se presenta la mayor concentración de contaminantes, pero igual tenemos Ecatepec, Nezahualcóyotl, Iztapalapa, algunas zonas de Azcapotzalco, donde tenemos una quema muy intensa de fuegos pirotécnicos”, detalló.

Hernández reconoció que, aunque hay avances, las campañas de concientización para evitar la pirotecnia aún tienen mucho camino por recorrer. Dijo que una muestra de éxito es que el pasado 25 de diciembre no se detonó la contingencia ambiental.

Y que las medidas más restrictivas, como la aplicación de operativos policiacos para inhibir la quema de pirotecnia son difíciles de aplicar por varios elementos, como la cantidad de gente que quema cohetes, la ubicación en donde los quema, porque no siempre lo hace en la vía pública, sino que lo realiza dentro de sus domicilios, además, los horarios en que se encienden los fuegos pirotécnicos son, regularmente, a medianoche y por las madrugadas, lo que hace más difíciles los patrullajes.

Evidentemente, una prohibición no basta, no basta prohibir, hace falta prohibir, vigilar y sancionar a los infractores (…) En realidad el tema es la complejidad, primero, de que no son 20 o 30 las personas que queman cohetes, podríamos pensar que en cada calle puede haber cinco, seis, siete vecinos quemando cohetes, entonces una vigilancia policiaca sería sumamente compleja (…) Es por eso que en la Sedema dejamos a las autoridades correspondientes la aplicación de la Ley Cívica, pero nosotros le apostamos al convencimiento, a la concientización de las población”, dijo.