Agencia El Universal. Enero 26, 2024.
En el corazón de innumerables hogares, los perros no son sólo mascotas; son compañeros leales, amigos fieles que a menudo encuentran su lugar más querido: compartiendo la cama con sus dueños. Más allá de la simple convivencia, dormir con nuestros amigos caninos tiene beneficios palpables que fortalecen los lazos y mejoran la calidad del sueño.
Adentrémonos en el mundo cálido y reconfortante de compartir la cama con nuestros queridos perros, explorando las razones por las cuales esta práctica no solo es común, sino también beneficiosa para nuestra salud emocional y física.
La Fundación Nacional del Sueño, una organización estadounidense dedicada a la salud y su relación con el descanso, señala que muchas personas eligen tener perros porque les proporcionan seguridad, protección, confort y afecto. La interacción con las mascotas tiene un efecto relajante y acurrucarse con uno de ellos puede despejar la mente y fomentar la tranquilidad, mejorando la calidad del sueño, sin depender de medicamentos. Además, los perros de servicio, especialmente entrenados para brindar apoyo emocional, ofrecen confort a quienes sufren trastornos de estrés postraumático durante las pesadillas.
Entre los beneficios de dormir con una mascota se encuentran la reducción de la ansiedad y la sensación de soledad, el alivio de problemas de salud mental, la contribución a la regulación emocional, la adición de un sentido y propósito de vida y efectos positivos en el sistema cardiovascular, entre otros.
Sin embargo, no todo es perfecto al compartir la cama con tu perro. Pueden surgir desafíos, como interrupciones en el sueño debido a ruidos o movimientos del animal.
Así mismo, algunos perros pueden considerar la cama como su territorio, lo que podría generar problemas de convivencia y comportamientos inesperados. También se deben tener en cuenta los posibles riesgos para la salud, como alergias y enfermedades transmitidas por parásitos. Según la Fundación de Asma y Alergias de Estados Unidos, las alergias a mascotas con pelaje son comunes y dormir con un perro podría aumentar este riesgo.
En última instancia, la decisión de compartir la cama con tu perro debe basarse en el bienestar de ambos. Si decides que tu amigo de cuatro patas no duerma con vos, bríndale una cama cómoda y un espacio exclusivo para mantener un equilibrio armonioso en el hogar.