Agencia Excélsior. Mayo 02, 2025.
Si en temporada de calor sientes que te duele la cabeza por la tarde, no estás solo. Muchas personas experimentan esta molestia justo cuando el día va terminando.
Aunque puede parecer algo sin importancia, en realidad el cuerpo te está enviando señales claras de que algo no anda bien.
El dolor de cabeza por calor tiene varias causas, y entenderlas puede ayudarte a prevenirlo.
Factores como la deshidratación, el sol intenso, el cansancio físico o los cambios de presión arterial son los principales responsables.
Y si pasas mucho tiempo en lugares calurosos, mal ventilados o sin descansar, es más probable que este malestar aparezca.
Cuando hace calor, sudamos más y perdemos agua. Si no tomas suficientes líquidos durante el día, el cuerpo lo resiente. La deshidratación puede hacer que tu cerebro reciba menos oxígeno y eso provoca dolor. Muchas veces, solo basta con no tomar suficiente agua para que la cabeza empiece a doler.
Si estuviste varias horas al aire libre o caminando bajo el sol, es posible que sientas dolor de cabeza por golpe de calor. El cuerpo se esfuerza por mantener la temperatura interna y ese sobreesfuerzo también te puede provocar fatiga y cefalea. Además, si no usas gorra o sombrero, el sol directo sobre la cabeza puede empeorar todo.
El calor puede hacer que suba o baje tu presión arterial, según cómo reaccione tu cuerpo. En ambos casos, puede aparecer un dolor de cabeza. Si ya tienes algún problema de salud como hipertensión, el calor puede afectarte más.
Cuando el cuerpo está todo el día luchando contra el calor, termina agotado. Ese cansancio físico acumulado también puede desencadenar dolor de cabeza. Y si además no dormiste bien por el calor de la noche anterior, el malestar llega con más fuerza por la tarde.
Además del calor y la deshidratación, hay otros factores que pueden sumarse:
Todo esto pone más presión sobre tu cuerpo, y tu cabeza lo resiente.
Estas son algunas recomendaciones simples que pueden marcar la diferencia:
En la mayoría de los casos, no. Pero si no te hidratas bien o te expones demasiado al calor, sí puede convertirse en algo más serio, como un golpe de calor o una insolación. Por eso, aunque el dolor parezca leve, prestar atención y cuidar tu cuerpo es fundamental.