Agencia Uno TV. Septiembre 25, 2024.
El proyecto de ley para regular la muerte médicamente asistida busca ayudar a las personas que padecen paraplejia u otras situaciones críticas que llevan a interrumpir su proyecto de vida.
“Toda persona que no goza de salud física debería tener el derecho de decidir sobre su vida y recibir ayuda de un profesional”, coincidieron en expresar especialistas en diferentes disciplinas de la UNAM, así como de instituciones privadas, quienes participaron en la sesión extraordinaria del Seminario Permanente de Bioética, donde se discutió el proyecto.
La muerte médicamente asistida es cuando un ser humano, con su capacidad mental, pero con condiciones de vida reducidas al mínimo, desea ejercer su libertad de determinar si ya no quiere vivir así, explicó la profesora de Psiquiatría, Asunción Álvarez del Río.
“La muerte digna es la que quiero para mí, que creo que lo merezco si estoy en capacidad de decidir; sería el mejor final posible, con el menor dolor y sufrimiento”, señaló Asunción Álvarez del Río, profesora de Psiquiatría.
“La lucha por la vida tiene sentido, siempre y cuando puedas recuperar la salud o las funciones, mantener un cuerpo biológico a toda costa es absurdo”, apuntó.
La especialista en dilemas éticos explicó que lo anterior incluye dos conceptos:
“El objetivo de la iniciativa de ley es ayudar a pacientes con enfermedad o condición limitada o amenazante para su vida, irreversible e incurable”, dijo Beatriz Vanda Cantón, profesora de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Pedro Isabel Morales, miembro de la Asociación Libertad para Morir A.C., enfatizó que la eutanasia no debería considerarse ni ilegal ni inmoral.
El proyecto busca apoyar a quienes padecen, por ejemplo; paraplejia (incapacidad para moverse a voluntad) u otras condiciones que llevan a interrumpir su proyecto de vida sin importar su edad.
También contempla a quienes llegan al momento en que su existencia carece de sentido, han perdido el disfrute, o se encuentran en situaciones limitantes.
Mariana Navarro Hernández, profesora de la Facultad de Medicina, precisó que si bien a los médicos se les entrena para hacer todo por preservar la vida, es necesario preguntarse hasta dónde alargarla y tomar decisiones pensando en las consecuencias, a largo plazo, de permanecer con una calidad de vida disminuida.
La médica comentó que hay una estadística que establece que 80% de los seres humanos no podemos tomar decisiones sobre el tema de la existencia. Y precisó, que es necesario plantearse lo que representa para alguien volverse una carga para otros.
Una vez que la persona solicitante encuadra en los supuestos previstos por el proyecto de ley, tendría como derecho subjetivo recibir los auxilios eutanásicos por parte de los servicios públicos de salud.
En caso de su incumplimiento, se debería sancionar por normas secundarias, aunque se respeta el derecho a la objeción de conciencia, a título personal, no institucional.