Al filo de la noticia
En Japón, un país conocido por su respeto hacia la naturaleza y su vida marina, una situación inusual ha llevado a las autoridades a tomar medidas preventivas en sus playas. Los ataques de delfines salvajes han aumentado significativamente desde 2022, afectando a los bañistas y generando preocupación entre la población y las autoridades. ¿Por qué están aumentando los ataques de delfines en Japón? En 2022, se registraron los primeros ataques significativos en la bahía de Wakasa y playas cercanas a la ciudad de Echizen. Un solo delfín mular del Indo-Pacífico (Tursiops aduncus) fue responsable de morder a al menos seis personas, una de las cuales necesitó 14 puntos de sutura. Desde entonces, los incidentes han continuado. Celebran el Día Mundial de los Océanos con una limpieza de

¡Se quiere llevar pesado! Alertan por mordeduras de un delfín; “busca jugar”, afirma experto

Agencia Uno TV. Agosto 29, 2024.

Las autoridades de la región de Fukui, en el centro de Japón, advirtieron a los bañistas acerca de un recrudecimiento de mordeduras de delfín. De acuerdo con un experto, los incidentes podrían ser obra de un solo animal que busca jugar.

Este año 18 bañistas fueron mordidos en varias playas de esta región, según los guardacostas locales. Contrario a los años anteriores en donde solo habían registrado dos mordeduras de delfín en 2022 y nueve en 2023.

La mayoría de las mordeduras fueron menores, algunos simples rasguños, pero en un incidente reciente un niño tuvo que recibir una veintena de puntos de sutura, detalló Shoichi Takeuchi, responsable de los guardacostas.

En la playa de Suishohama, en Japón, una asociación turística local hizo un llamado a la precaución a través de su sitio internet y distribuyó folletos aconsejando a las personas no acercarse ni tocar a los delfines.

“Los delfines suelen ser criaturas tranquilas, pero pueden morderte hasta hacerte sangrar con sus dientes afilados, arrastrarte bajo el agua. En el peor de los casos, poner en peligro tu vida”, advierte la asociación.

Según los guardacostas, el número de delfines responsables de las mordeduras es incierto.