Agencia UnoTV. Marzo 26, 2024.
La Cámara de Diputados aprobó el dictamen para tipificar y sancionar penalmente los delitos contra la orientación sexual o la identidad de género de las personas. En este sentido, las terapias de conversión serán castigables hasta con seis años de prisión.
Las terapias de conversión son intervenciones que pretenden cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona, partiendo de la base de que las personas LGBT+ y de género diverso están “enfermas“, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Tienen como objetivo transformar a una persona no heterosexual en una persona heterosexual, y a una persona trans o de género diverso en una persona cisgénero (una persona cuya identidad de género corresponde a su sexo registrado)”. Informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (1 de mayo de 2020)
Estas terapias se llevan a cabo en al menos 68 países, en todos los continentes. Son “muy frecuentes” en África y “bastante frecuentes” en América Latina y el Caribe y en Asia, según el informe de Naciones Unidas.
Las llamadas terapias de conversión no pueden cambiar orientaciones sexuales, según la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés).
“La realidad es que la homosexualidad no es una enfermedad. No requiere tratamiento y no puede cambiarse“, dicen los expertos estadounidenses en psicología.
Los humanos no eligen su orientación sexual, según la APA. “La orientación sexual suele surgir a principios de la adolescencia sin ninguna experiencia sexual previa“, señalan los psicólogos, quienes no consideran a la orientación sexual como una elección consciente que pueda cambiarse voluntariamente.
La APA asegura que personas bisexuales u homosexuales pueden acercarse a ellas por la coacción de su familia o grupos religiosos.
Las terapias de conversión “causan profundos traumas físicos y psicológicos a las personas que las sufren”, según el reporte de la ONU emitido en 2020.
Por esta razón, el organismo internacional concluyó que dichas prácticas pueden equivaler a tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
“Numerosas personas lesbianas, gays, bisexuales, trans y de género diverso fueron víctimas de exorcismos por parte de iglesias o curanderos, violaciones ‘correctivas’, tratamientos psicológicos a la fuerza, entre otras atrocidades”. Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Otra consecuencia de las terapias de conversión es que determinan al libre desarrollo de la personalidad de la víctima, según el boletín emitido por la Cámara de Diputados el 22 de marzo de 2024.
La Cámara de Diputados aprobó el dictamen a la minuta que reforma y adiciona el Código Penal Federal y adiciona la Ley General de Salud, a fin de tipificar y sancionar penalmente los delitos contra la orientación sexual o la identidad de género de las personas.
“Se impondrá de dos a seis años de prisión y multa de mil a dos mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) a quien realice, imparta, aplique, obligue o financie cualquier tipo de tratamiento, terapia, servicio o práctica que obstaculice, restrinja, impida, menoscabe, anule o suprima la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona”.
Se aumentará al doble la sanción cuando las conductas tipificadas se realicen en contra de personas menores de 18 años, adultos mayores o personas con alguna discapacidad.
En caso de que sea el padre, madre o tutor de la víctima los que incurran en las conductas sancionadas, se les aplicarán las sanciones de amonestación o apercibimiento a consideración del juez.
Las sanciones se aumentarán al doble cuando la persona autora tuviere para con la víctima alguna de las relaciones que a continuación se enuncian o bien se sitúen en alguno de los siguientes supuestos:
También aplica cuando el responsable de las terapias de conversión se valga de función pública para cometer el delito y cuando la persona autora emplee violencia física, psicológica o moral en contra de la víctima.
La diputada Salma Luévano aseguró que la discriminación por orientación sexual o identidad de género es un acto inhumano, así como el rechazo por una sociedad que cree que la heterosexualidad es lo correcto, por lo que las mal llamadas terapias de conversión son violaciones a sus derechos humanos.