Agencia Marca. Noviembre 12, 2024.
Los rumores, los que dan a Checo Pérez poco menos que por expulsado o defenestrado en Red Bull y que se perpetúan desde el Gran Premio de Hungría, en el mes de julio, parecen toparse con la terca realidad. El mexicano tiene contrato en 2025 y tiene todo para acabar este curso e iniciar la próxima temporada. Sí, solo con Red Bull.
Primero se dijo que no seguiría más allá de Spa, con un ultimátum o examen de tres carreras. Al superar la barrera, se dijo que anunciaría su retirada al legar al GP de México, cosa que no sucedió y ahora se le da por eliminado en la mayoría de quinielas, con su asiento ocupado por Lawson, Colapinto, Tsunoda o incluso Carlos Sainz… Pero no será para ninguno de ellos la próxima temporada, sino para el actual ’11’ de la parrilla
“Me verán en Las Vegas y me verán el año que viene”, dijo Sergio Pérez en el Gran Premio de Brasil y lo asevera con conocimiento de causa, por mucho que Christian Horner no le confirme rotundamente y, sobre todo, Helmut Marko y Jos Verstappen estén hablando de la necesidad de un cambio.
Según ha podido saber MARCA, Pérez incluso tiene nuevos patrocinadores para 2025, alguno muy potente, además de los que ya tiene, y en Red Bull le han dado el visto bueno para ir haciendo la ropa y los productos de merchandising recientemente, un tipo de acuerdos que hay que tener ya una producción de antemano y que ha recibido todos los vistos buenos del equipo económico de la escudería, previo paso por Horner, claro está.
No se conoce aún el nombre del nuevo sponsor, pero se sumaría a Claro, Telcel e Infinitum, todos ellos del grupo de Carlos Slim, así como a Interprotección, un broker de bolsa Mundial que ha acompañado al piloto desde hace años. Son patrocinios de piloto, ligados única y exclusivamente a que él siga en su puesto, pues de otra forma abandonarían la inversión en el equipo y se irían al nuevo destino que tuviera Checo. La cuenta es interminable, y se pueden añadir, Banorte, Kit-Kat, Jalisco, ESPN (en español para roda América Latina) e incluso Uber (Mexico).
Horner lleva la dirección deportiva y Marko la cantera y los pilotos de RB y Red Bull, pero el jefe máximo, desde la muerte de Dieter Mateschitz no es otro que el presidente y accionista mayoritario de la compañía, Chaleo Yoovidhya.
Y en este sentido las cuentas están más que claras. Las marcas que Checo lleva asociadas pagan su salario de más de más 10 millones de dólares (que es como se miden en F1) y dejan una cantidad en las arcas de Red Bull que puede estar rondando el doble, algo similar a 30 millones de dólares en total. Además, el de Jalisco contribuye de forma decisiva a llenar cuatro circuitos del actual calendario, Miami, Austin, México y Las Vegas, además de tener detrás a un país entregado con 128 millones de personas y un mercado potencial muy vasto.
Y apostar por Liam Lawson es hacerlo por alguien de un país pequeño, como Nueva Zelanda, sin patrocinadores significativos. al que hay que pagar, aunque sea poco. Y deportivamente puede que esté igual o más lejos que Checo de Verstappen con este RB20. De hecho, el Kiwi ha probado en el simulador con ese monoplaza, como Tsunoda o Ricciardo y ninguno de los tres superaba los tiempos de vuelta del mexicano a bordo de un coche tan complicado de controlar. Eso se filtró este verano y fue decisivo para que Checo siguiera. Los que le dan por amortizado, parece que van a tener que seguir esperando un poco más, pues tiene contrato en 2025 y salvo viraje de última hora (no imposible tratándose de Red Bull) parece que lo va a cumplir.