Agencia De10. Octubre 25, 2024.
En 2012, Omar ‘Gato’ Ortiz fue sentenciado a 75 años de prisión por ser parte de una banda delictiva que se dedicaba al secuestro. El exportero de Rayados fue señalado de poner a gente acaudalada para que los privaran de su libertad.
Poco se supo del exguardameta, quien previamente a su condena había suspendido de la Liga MX por motivos de doping. En 2017, hubo un motín en la cárcel que puso en riesgo su vida, por lo que decidió darle un giro a su vida, enfocándose a Dios.
Luego de que fuera encarcelado por el delito de secuestro, se sabía muy poco del día a día del exportero de Monterrey. Hasta hace unos días, que durante una entrevista para Mediotiempo, reveló que actualmente toda su vida está enfocada a la religión.
“La palabra lo dice. La palabra dice ‘conocerás la verdad y la verdad os hará libres’. Yo estoy libre. Mi cuerpo a lo mejor se mantiene en este lugar, pero espiritualmente yo no me enfoco en el lugar donde me encuentro. Hay una palabra que Dios transmite a través de mí, de esa ciudad la cual Dios promete a todos los que vamos a estar con él.
“Qué bueno que se echó a perder mi vida, porque con la palabra de Dios, el que pierde su vida, la hallará y hoy tengo mejor vida con Dios, ¿cómo? En ese motín. Yo despierto muy golpeado, me llevaron al hospital y todo. En algunos lugares dijeron ‘mataron al Gato Ortiz’; ahí se murió esa persona. Esa persona en la cual para muchos era agradable, divertida, a lo mejor difícil de tratar, rebelde, enojona.
“Soy feliz en este lugar. Mucha gente no lo ha entendido, muchos familiares míos, el cómo una persona puede ser feliz en este lugar, o el creerse que está en la comodidad en este lugar, pero, te voy a hablar de lo que el Señor me ha enseñado. La palabra dice, la mayoría de la gente conoce ese versículo, todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, dijo.
Uno de los detalles que más sorprendió de la entrevista que concedió el Gato Ortiz, fue el hecho de que aseguró que ya no le interesa para nada el futbol, ya que prefiere usar ese tiempo para estar con Dios.
“El futbol a mí siempre me gustó jugarlo, pero nunca me gustó verlo. A mí el futbol por televisión me aburre, se me hace aburrido. Un día el Señor me dijo que el tiempo que le dedicas al futbol dedícamelo a mí. Entonces, una hora de jugar futbol, esa hora se la puedo compartir a cuatro o cinco personas de la palabra de Dios”, dijo.
Sin embargo, confesó que en sus primeros años recluido, varios jugadores lo apoyaron, ya que recibió playeras y guantes que vendía a los demás reclusos para tener dinero y poder mantenerse.
“Te voy a decir algo. Yo me entero de todo. Hay jugadores a los cuales quiero agradecer que me han ayudado sin ellos saberlo. En algún momento, tengo años que solo dependo de Dios, pero en los primeros años que estuve aquí, hubo jugadores que me ayudaban.
“Le pedían la playera a un jugador de Tigres, los guantes al portero de Tigres, una playera del jugador de Monterrey, al de Chivas o América; ellos no sabían que era para mí, me mandaban la playera y un muchacho que la quería, yo se la vendía y solventaba mis gastos”, finalizó.