Agencia Marca. Septiembre 20, 2024.
La política y el deporte nunca deberían de ir de la mano. El deporte es, en su consistencia y valores, el auténtico motor que debería unir y nunca separar ni construir barreras. Cada vez son más y más frecuentes los incidentes en cualquier tipo de estadios, en cualquier parte del mundo, con consignas políticas que enfrentan tanto a aficionados entre sí como a los portadores con la seguridad de los estadios. Totalmente reprochable por todas las partes.
Pero como siempre, cuando se trata de hablar de deporte o de política, como de cualquier otro tema, en Estados Unidos todo es más y todo es más grande. Así no es de extrañar episodios como el que se vivió el pasado fin de semana en los prolegómenos del partido entre los Rams y los Cardinals, cuando a Susan Rosener, fan de estos últimos y que acudía al partido junto a su marido, se le prohibiera la entrada al estadio por lucir una gorra con el lema de Donal Trump “Make America Great Again” (“Hagámos grande a América de nuevo”)
Durante la última jornada de liga de la NFL, Susan, abonada de los Arizona Cardinals, se dirigió al State Farm Stadium para presenciar el partido ante Los Ángeles Rams cuando antes del entrar, un miembro de la seguridad obligó a la aficionada a tirar a la basura la gorra que portaba con el ya mencionado lema del candidato republicano a la Presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump.
Mientras el miembro de la seguridad aseguraba sólo cumplir con las normas del club para la entrada al estadio, ante tal revuelo, se acabó demostrando que en la web oficial de los Cardinals no se recoge tal prohibición, lo cual hizo necesaria una disculpa por parte del club: “En un incidente aislado antes del partido del domingo, un miembro de la seguridad del estadio malinterpretó uno de los puntos sobre la política sobre artículos prohibidos. Como en la mayoría de los lugares, no se permiten ‘señales, carteles, banderas o exhibiciones que sean de naturaleza política’. Sin embargo, eso no se aplicaba en este caso. En el futuro, trabajaremos para proporcionar mayor claridad a todo el personal del estadio en estas situaciones”, comentó el portavoz de los Cardinals.
En declaraciones a 12 News, la propia protagonista dijo: “Estoy a favor de la libertad de expresión. No me importa si alguien tiene una gorra o una camiseta de Kamala Harris. Siento que parte del problema fue que la mujer de seguridad tenía un problema personal con mi gorra”.
La NFL se está convirtiendo en toda una experta en solventar polémica tras polémica, ya sea racial, política o de cualquier otra naturaleza. Es por ello, que de manera prácticamente inmediata, al poco de comenzar el partido, emitió las pertinentes disculpas a la aficionada que llegó a temer por perder su abono de temporada completa. En la nota oficial emitida a Susan escriben: “Reconocemos que el miembro de seguridad malinterpretó la regla, que se centra más en grandes señales políticas o banderas, no en ropa personal como gorras”.
Incluso, en un intento por surfear la ola de cara a partidos futuros, Kari Lake, candidata republicana al Senado de los Estados Unidos por el estado de Arizona expresó: “Espero que después de esto, todos los aficionados de los Arizona Cardinals lleven gorras con el lema de Trump a todos los partidos”.