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Luis Rubiales normaliza beso a Jenni Hermoso:

Luis Rubiales normaliza beso a Jenni Hermoso: “Me he comido a besos a un montón de futbolistas”

  • El expresidente de la RFEF acudió a juicio por el escándalo con la jugadora de Tigres.

Agencia Marca. Febrero 12, 2025.

Luis Rubiales, quien fuera presidente de la RFEF entre el 17 de mayo de 2018 y el 26 de agosto de 2023, testificó como acusado en el juicio que se está llevando a cabo en la Audiencia Nacional por el beso no consentido a Jenni Hermoso en la ceremonia de premiación del Mundial de 2023.

El que fuera dirigente federativo mantuvo ante el juez su versión de los hechos, negó hablar con el resto de acusados -véase Jorge Vilda, Rubén Rivera y Albert Luque- para pedir que presionaran a la futbolista, así como cualquier intento de manipular la realidad.

“Jenni cuando se acercó a mí y me puso una cara, ya nos conocíamos, porque había fallado un penalti. Fue tremendo para ella. Yo le dije: ‘Olvida ya el penalti. Somos campeonas. Esto también es gracias a ti. Sin ti no lo hubiéramos podido conseguir’. Entonces ella me apretó muy fuerte por debajo de las axilas, me levantó y al caer le pregunté: ‘¿Puedo darte un besito?’ Y ella dijo: ‘Vale'”, relató Rubiales, que en un primer momento habló de ‘piquito’.

“En aquel momento no lo recordaba, pero evidentemente es un besito. Son palabras sinónimas”, subrayó.

“Se fue riéndose y dándome varias palmaditas en el costado”, expuso quien negó que sus actos tuvieran nada que ver con satisfacer un deseo sexual.

Luis Rubiales normaliza beso a Jenni Hermoso

Sobre si hubo o no consentimiento, Rubiales insistió en que fue así. “Al irnos a besarnos, después de que me diera permiso, le agarré la cabeza. Fue simultánea la pregunta, la respuesta y el beso. Es algo totalmente espontáneo”, apuntó.

“Estoy totalmente seguro”, ratificó quien normalizó la acción ejecutada. “No se gana un Mundial todos los días. La normalidad no se puede aplicar a algo extraordinario. Tampoco a mis hijas las saludo con un pico y en fin de año sí nos lo damos. También me ha pasado con compañeros de fútbol, siendo jugador del Levante cuando ganamos en el Bernabéu. En circunstancias excepcionales”, aseveró quien dijo mantener una relación especial con la víctima. “En la selección femenina tenía cuatro o cinco jugadoras con las que tenía mucha amistad y una de ellas era Jenni Hermoso”, afirmó.

“Yo me he comido a besos a un montón de futbolistas, aunque no se puede comparar un Mundial con una Nations League”, relató.

Rubiales y Jenni volverían a verse en las puertas del vestuario, según el que fuera presidente en un tono distendido y con varios testigos presentes.

“Yo venía del césped. Antes de entrar Rubén Rivera me recordó lo de las vacaciones en Ibiza. Jenni era una de las dos o tres jugadoras que sabía que ganáramos o perdiéramos lo íbamos a celebrar. Venía de zona mixta, de atender a los medios e hice llamarla (a Ana Álvarez). Ella me había dicho anteriormente, en plan de broma: ‘Si lo haces, y no estoy delante, te mato’. Lo que había acontecido no tenía ninguna importancia, ni para ella ni para mí”, contó quien entró al vestuario junto a la futbolista.

“No iba a entrar en un vestuario donde había 23 mujeres por si había alguna duchándose. Es ella la que me dice que entre, los dos agarrados, ella de la cintura y yo del hombro”, añadió.

Rubiales aseguró conocer el protocolo de acoso de la RFEF que la mayor parte de los testigos dijo desconocer.

“El CSD nos llamó, se hizo deprisa y corriendo, quedamos en cuando volviéramos se mejoraría”, explicó quien, a su juicio, respetó.

“No estaba tipificado que alguien que pidiera permiso y se concertara después de ganar un Mundial o cualquier otra circunstancia pudiera dar un beso. Sólo acciones forzadas. No tiene nada que ver con lo que allí ocurrió. Fue un signo de cariño con una persona que me inspiró ternura porque, dentro de la alegría, estaba triste por haber fallado un penalti”, sentenció.

Origen del comunicado de Luis Rubiales

El dirigente aseguró ser el ideólogo de hacer un comunicado para paliar la crisis incipiente, pero no participó en la redacción que se gestó en el autobús que llevaba a la selección al aeropuerto de Sídney.

“Yo no participo en la redacción. Estábamos en una situación en la que la hija de Jorge Vilda tenía un ataque de apendicitis. Teníamos también el fallecimiento del padre de una jugadora (Olga Carmona). Yo le dije a Pablo García Cuervo: ‘Si está basado en lo que ella ha dicho y ella ha dado el OK, adelante’. Cuando llegamos en el autobús salgo corriendo para llegar a la familia y no queríamos que se enterara de esa manera. No era mi cometido”, comentó.

En el avión que trasladó a las campeonas del mundo a Madrid -con escala en Doha-, Rubiales iba sentado en primera fila entre Rafael del Amo, por entonces presidente del Comité Nacional del Fútbol Femenino en la RFEF, y Víctor Francos, por entonces Secretario de Estado para el Deporte.

“Hubo un ambiente pleno de celebración. La gente de comunicación e institucional sí estaban pendientes porque estaba tratado de una manera diferente a la que la jugadora se había manifestado. Yo me equivoqué porque era el presidente de la RFEF, me comporté como un deportista que consigue un éxito, como uno más del grupo, y tenía que haber mantenido la compostura. Pero de ahí a un delito…”, reflexionó Luis, que dijo no mandar a Jorge Vilda a que presionara a Jenni Hermoso ni a sus familiares.

“Él me dijo que iba a hablar con el hermano de Jenni. Yo no sabía ni que estaba. Me dijo que estaba dormido y que luego hablaría con él. En ningún caso yo le mandé a hablar con nadie. Sinceramente creo que quería ayudarla”, expuso.

Reunión de Luis Rubiales con Jenni Hermoso

Rubiales dijo que él fue dormido las primeras horas del vuelo y que al despertar sí mantuvo una conversación con Jenni. “Le dije que era buena idea salir en un vídeo para aclarar todo. Me dijo que no, que en las declaraciones había sido muy clara. Yo se lo agradecí y ahí se quedó todo”, apuntó.

“Venían tres políticos y todos pensamos igual. Los tres nos dijeron que era una tontería, pero pensaban que lo mejor era grabar un vídeo. La jugadora no quiso y ahí se quedó”, ratificó quien aseguró ver bien en todo momento a una Hermoso a la que tuvo a metros de su asiento en todo momento.

“Estaba feliz, contenta, dando saltos de alegría. Ni la vi llorar ni nos comentó nada. Estaba bien en todo momento”, comentó. “Hizo unas manifestaciones públicas, incluso al psicólogo cuando llegamos dijo que había sido una cuestión anecdótica. Hasta que no llegamos, a los días, cambió de versión”, añadió.

El que fuera presidente dijo no haber hablado con Ivana Andrés, que era la capitana de aquel equipo, sobre el tema del beso, si bien luego aclaró: “Ella me dijo que había estado de 10, que ya se había aclarado porque habían hablado las dos partes; que había sido un error y yo me había disculpado y eso era importante; y que ella no sabía que nadie hubiera ido a hablar con Jenni Hermoso”.

Sobre la reunión mantenida en Las Rozas el 23 de agosto, Rubiales dijo que fue con Pablo García Cuervo -director de comunicación- y Enrique Yunta -subdirector de comunicación-.

“Era una reunión para aguantar la crisis mediática de la mejor forma posible. Estuvimos mucho tiempo porque surgieron muchas más cosas”, relató. “En la sala contigua había más gente (cita a su padre y un amigo) porque era mi cumpleaños”, apuntó.

“Vino el director de Integridad (Miguel García Caba), que ya me había llamado la tarde de antes y me trajo unas cuestiones con un borrador de respuestas que yo tenía que amoldarlo porque él se había basado en unos vídeos y en los testimonios que había recogido, entre ellos el mío. Me dio un portátil y me dijo que se lo devolviera cuando terminara”, relató sobre el informe redactado acerca de lo juzgado.

Me pidieron que destituyera a Vilda, no accedí y me dijeron que habría consecuencias

Luis Rubiales acusa a Irene Paredes y Alexia Putellas

Sobre el viaje a Ibiza, al que él no fue, Rubiales dijo no haber mandado a Rubén Rivera ni a Albert Luque, cuya presencia en la isla justificó porque él que fuera director deportivo de la RFEF “veranea allí en el sur y su mujer es de allí”.

Antes de acabar su comparecencia, que se alargó por espacio de poco más de una hora, Rubiales también habló de una reunión por videollamada con Irene Paredes y Alexia Putellas en la que las entonces capitanas habrían pedido la destitución de Jorge Vilda y que habría dado pie a ‘Las 15’.

“Me pidieron que destituyera a Vilda, no accedí y me dijeron que habría consecuencias”, relató. También habló de otra de las jugadoras que ha actuado como testigo, Misa Rodríguez, y uno de los capítulos grises durante el Mundial.

“Hubo una animadversión tremenda hacia Jorge Vilda el día que la deja en el banquillo en octavos de final. Ella salió como una furia tremenda. Fue una conducta irreconducible”, sentenció Rubiales.