Agencia Excélsior. Octubre 08, 2024.
Misael Rodríguez presume de no haberse vendido a lo que llamó un circo de parte de la familia boxística de los Chávez.
La historia se cuenta a partir de la cancelación de la pelea del sábado en la Plaza de Toros de Hidalgo, en la que debía enfrentar en el peso supermediano, de los 76.5 kilos a Omar Chávez, hijo de la leyenda Julio César Chávez.
Misael Rodríguez, quien en su etapa amateur ganó medalla de bronce en Río 2016, hizo sólo 14 peleas profesionales y decidió enfrentar al hijo de Chávez.
“La señorita (Omar Chávez) no se quería pesar y como siempre, quieren aprovecharse por el apellido, hasta que se toparon con pared”.
Y es que acusó que Omar Chávez no quiso subir al segundo pesaje y en el proceso de rehidratación subió más de cuatro kilos, lo que supuestamente esta prohibido por la Comisión del Boxeo de la Ciudad de México.
“Las reglas se respetan. Continúan con su farsa subiendo una foto donde pesa 82 kilos cuando en realidad pesó más de 86. Disculpen por no venderme ni prestarme al circo de los Chávez”.
La pelea era organizada por promociones Zanfer cuyo representante en Pachuca era Guillermo Brito, quien discutió con el manejador de Rodríguez, Robert García.
“A mí me dieron el reglamento y yo me apegué a eso y mi rival también lo tiene que hacer. Si él no cumple con las reglas, la pelea no va”, dijo Misael Rodríguez, quien canceló la pelea.
Julio César Chávez, leyenda del boxeo mexicano, arremetió contra Misael Rodríguez y su manejador Robert García por suspender la pelea ante su hijo, Omar Chávez
“La verdad que estoy bien decepcionado con Robert García y Misael Rodríguez porque resulta que no subieron a pelear porque Omar estaba un kilo arriba después de la rehidratación, entonces imagínense ustedes cuando el peleador da bien el peso, toma líquido y puede subir lo que quiera”, explicó.
Chávez mostró una fotografía con el peso de 82.4 kilogramos que supuestamente fue lo que pesó su hijo, mencionando que salvo el CMB y la IBF, ningún otro organismo pone un rango de peso en la rehidratación de un boxeador.
“Qué pena la verdad por Robert García que es un entrenador de mucho prestigio”, dijo, aunque después llamó a ambos culones y cobardes.