Agencia Zona Franca. Enero 15, 2025.
El estreno de Better Man, el ambicioso biopic de Robbie Williams dirigido por Michael Gracey (El gran showman), resultó en un rotundo fracaso comercial. La película, en la que un chimpancé animado por CGI interpreta al cantante británico, recaudó apenas 1 millón de dólares en su primer fin de semana en Estados Unidos, proyectándose en mil 291 salas.
Con un presupuesto estimado en 110 millones de dólares y adquirida por Paramount por 25 millones, la cinta quedó relegada al puesto número 14 en la taquilla estadounidense, detrás incluso de películas de nicho como The Brutalist de A24, que alcanzó 1.38 millones en solo 68 salas.
En Europa, donde Williams tiene una base de fans más sólida, Better Man también decepcionó al recaudar únicamente 1.9 millones en su debut, acumulando hasta la fecha un total de 4.7 millones de dólares a nivel global.
El filme presenta una narrativa inusual: Robbie Williams es representado como un chimpancé, una decisión creativa del director que, según el cantante, simboliza su sensación de “ser menos evolucionado que otras personas”. Gracey explicó que este enfoque buscaba generar un impacto emocional más profundo en la audiencia. Sin embargo, esta originalidad no fue suficiente para atraer al público.
David A. Gross, de la consultora Franchise Entertainment Research, calificó de “descabellada” la elección del chimpancé CGI, criticando además el elevado presupuesto:
“El riesgo es excelente, pero 110 millones de dólares no es realista para este género y para este artista musical. Una inversión de 25 o 30 millones habría tenido más sentido”.
El mal desempeño de Better Man contrasta con el éxito de Juego de ladrones: Pantera, protagonizada por Gerard Butler, que lideró la taquilla estadounidense con 15.5 millones de dólares en su fin de semana de estreno. Mientras tanto, grandes producciones como Mufasa: El rey león y Moana 2 continúan dominando el mercado global con cifras multimillonarias.
A pesar del tropiezo comercial, la película ha sido bien recibida por ciertos sectores de la crítica, que destacan su audacia artística. No obstante, su pobre desempeño en taquilla plantea dudas sobre el futuro del biopic en un mercado competitivo y saturado.