Agencia Infobae. Junio 12, 2024.
La influencer y modelo estadounidense, Kim Kardashian, se enfrenta a una millonaria denuncia realizada por la Fundación Judd, que se presentó ante el juzgado de Los Ángeles alegando infracción de marca registrada, infracción de derechos de autor, competencia desleal, publicidad falsa y respaldo falso.
El caso que salió a la luz en las últimas semanas se desencadenó a raíz de un video de YouTube publicado en 2022 en el que Kardashian muestra una mesa y sillas que, según dejaron asentado en la demanda desde la organización, son imitaciones baratas del diseño del artista minimalista Donald Judd.
La ex esposa de Kanye West publicó un recorrido por las oficinas de su marca de maquillaje, Skkn by Kim. Durante el tour, la influencer elogia particularmente una mesa de madera y sillas a juego, que ella describió como “realmente increíbles y totalmente combinadas con los asientos”. Este video, que según la demanda recibió alrededor de 3,7 millones de vistas, ahora parece haber sido puesto en modo privado tras la presentación del reclamo.
Según la Fundación Judd, las piezas mostradas en el video fueron fabricadas por Clements Design y copiaban los famosos diseños de Judd, como la mesa La Mansana y la silla 84. Judd, fallecido en 1994, era conocido por su enfoque en las formas limpias y los materiales industriales, y sus diseños se han convertido en íconos entre los coleccionistas de muebles desde 1982.
La Fundación señaló que sus auténticas mesas se venden por aproximadamente 90.000 dólares y las sillas por 9.000 dólares cada una. No obstante, los muebles en la oficina de la mediática parecían estar hechos de madera contrachapada. “Estas imitaciones de baja calidad dañan la marca Donald Judd”, afirmaron.
La Fundación argumenta que al presentar los muebles como obras de Judd en el video, Kardashian dio la “falsa impresión” de que la Fundación había autorizado el uso de su nombre y reputación artística. También añadieron que aunque la socialité estadounidense ofreció promoción en redes sociales y modificar la descripción del video, desde la organización rechazaron estas propuestas. La Fundación pagó particular atención a la calidad de los materiales utilizados y prohibió categóricamente el uso de sus muebles para fines promocionales.
Por su parte, Clements Design afirmó estar sorprendido por la demanda, asegurando que las piezas tenían “diferencias clave obvias” respecto a los diseños de Judd. Según documentos judiciales, la firma nunca afirmó que las mesas y sillas eran auténticas y sugirieron que la Fundación resolviera el conflicto directamente con Kardashian. Un abogado anterior de la Fundación había reconocido las diferencias en los diseños y desde entonces no habían tenido comunicación.
La Fundación también ofreció reemplazar las mesas y sillas falsificadas con piezas auténticas a un precio reducido, siempre y cuando Kardashian emitiera una retractación y editara el video. Sin embargo, las negociaciones no llegaron a buen término y la Fundación procedió con la demanda.
Donald Judd fue estrictamente selectivo sobre quiénes podían fabricar y vender sus diseños, los cuales solo están disponibles en unas pocas galerías y tiendas autorizadas como la tienda de diseño del MoMA y la galería Salon 94 en Nueva York. Estos muebles siguen siendo altamente valorados y representativos del legado de Judd en el ámbito del diseño minimalista.
La situación subraya los desafíos que enfrentan tanto las marcas como los artistas para proteger su propiedad intelectual en la era digital. La capacidad de influenciadores como Kim Kardashian para llegar a millones de personas en cuestión de minutos ha agregado una nueva dimensión a estas disputas legales.
Por el momento, Kardashian no ha brindado declaraciones al respecto de las solicitudes de comentarios enviadas por por distintos medios de comunicación y se especula que no realice declaraciones al respecto.