Agencia Nosotrxs. Mayo 23, 2025.
En 2010 se estrenó “Blue Valentine” (“Triste San Valentín”), una película que nos destrozó el corazón por la pareja conformada por “Cindy” (Michelle Williams) y “Dean” (Ryan Gosling). Durante la producción ambos intérpretes vivieron juntos por un tiempo y, recientemente, la actriz reveló que la experiencia fue “horrible”.
La película “Blue Valentine” narra de una manera cruda y realista el proceso en que un matrimonio se desgasta al punto de desmoronarse, a pesar de lo idealista y romántica que fue la relación en un principio.
Fue durante una entrevista en el podcast “Armchair Expert”, que la actriz Michelle Williams relató detalles poco conocidos sobre su experiencia en la filmación de “Blue Valentine”. Explicó que, para representar de manera más realista las grietas que la convivencia genera en la relación, ella y su coprotagonista vivieron juntos por una temporada.
“Tomamos un break durante la filmación. Grabamos la primera parte, cuando son jóvenes, están enamorados y todo va muy bien; luego hubo un descanso de dos semanas y vivimos juntos”, contó la actriz de “Dawson’s Creek”.
Mientras compartían una casa juntos, ambos trabajaron en ejercicios de improvisación durante el día. Se trataba de “encontrar maneras de fastidiarnos entre nosotros y destruir esta conexión que habíamos creado”.
Michelle Williams aclaró que era una situación completamente profesional y no surgió nada más entre Ryan y ella; según describió, era más como una jornada de trabajo. Originalmente esta experiencia no estaba en el plan de producción, pero se sugirió que ambas estrellas vivieran juntas porque estaban teniendo problemas para filmar las escenas donde sus personajes tenían peleas.
“Nos estaba costando mucho trabajo dejar ir esto que habíamos amado”, explicó. El director habló con ellos para dejar claro que debían derrumbar y “quemar” por completo esa conexión que habían estado trabajando en representar en pantalla.
Para lograr la dinámica de conflicto, el director Derek Cianfrance les daba a los dos actores escenarios en los que debían generar peleas y enojarse con el otro. Michelle Williams detalló que toda esta experiencia fue “horrible”, pues iba contra sus instintos provocar que Ryan Gosling la odiara.
Ella reconoce que es difícil tener esa clase de ejercicios en una película independiente, con un presupuesto ajustado y un equipo de trabajo pequeño. Eventualmente la cinta fue un éxito con la crítica e incluso hubo una nominación al Oscar para Michelle Williams.