Agencia Infobae. Diciembre 28, 2023.
La muerte de Octavio Ocaña continúa en la conversación mediática gracias a que se ubica en el umbral de espectáculo y también en los titulares relacionados con la justicia y la ley. Recientemente, el pasado 19 de diciembre, finalmente se decretó que el policía Leopoldo Azuara fuera condenado a 20 años de prisión por homicidio doloso y abuso de autoridad en contra del actor de Vecinos.
Si bien, lo anterior resulta en una buena noticia para la familia y los fans del intérprete, la realidad es que la situación se ha tornado peligrosa desde la sentencia e incluso durante los meses previos, en lo que los allegados al caso se encaminaron en el pasaje de obtener justicia.
Recientemente el padre del actor, Octavio Pérez, reveló que desde que un jueza dictó sentencia en contra de Azuara, tanto él como su familia han recibido distintas amenazas de muerte e intimidaciones. Por tal razón ahora carga con un arma, misma que se ha convertido en su fiel acompañante y sin la cual no sale de casa.
“Es un arma reglamentaria. Siempre la traigo conmigo, no puedo vivir sin ella porque está cabrón esta situación, a mí no me da miedo. Yo soy de los que, si me van a venir a matar, les va a costar trabajo”, dijo el padre del actor a Milenio.
En referencia a la afrenta de las autoridades, aseguró que si hubiera estado en lugar de su hijo, durante el incidente en el cual perdió la vida, él si se hubiera enfrentado a ellos a cualquier costo.
“Yo, si hubiera sido mi hijo, yo sí me bajo y me agarro y me enfrento con ellos porque me vienen persiguiendo. Ya en la policía no se puede confiar; mi hijo no hizo nada”, aseguró.
Por otro lado, dado la temporalidad de los hechos, el padre del actor relató que desde la partida de su hijo las Navidades y las celebraciones del mes de diciembre ya no son lo mismo. La ausencia de Octavio es infinita tanto para él, como para el resto de su familia.
“Yo quisiera abrazarlo, besarlo y decirle cuánto lo amo, era lo que más quería. Como padre luché y ya es momento de estar en paz, de echar una lágrima. Para mí, los 24 ya no son 24, los 31 ya no son 31. Necesito distraerme, son noches de sufrimiento”, dijo Octavio Pérez en una declaración sensible.