Agencia Infobae.
En el marco de Art Basel Miami, un evento que atrae a numerosas personalidades del mundo del arte y el espectáculo, la fiesta ultra privada organizada por Leonardo DiCaprio no solo captó la atención por su exclusividad y la recaudación en pro de la biodiversidad, sino también por la presencia de dos figuras que acapararon recientemente los titulares por su fugaz romance: Tom Brady e Irina Shayk.
Page Six ha sacado a la luz que tanto Brady como Shayk asistieron al evento Re:Wild, realizado en el museo de arte inmersivo Superblue, lugar que vio coincidir a la reciente ex pareja. Sin embargo, un informante indicó que “no fueron juntos”. Agregó que la ex estrella de la NFL hizo solo un breve acto de presencia en la gala benéfica y que saludó a la supermodelo rusa, pero también se relacionó con otros invitados.
Pese a que a inicios del mes pasado Irina se dejó ver ingresando al departamento de Tom en Nueva York, despertando rumores de reconciliación entre ambos, la distancia que demostraron en el evento de DiCaprio reconfirmó que ambos están solteros. De hecho, una fuente informó a Page Six que el deportista está manteniendo sus opciones abiertas y “saliendo por ahí”.
La velada, que contó con la presencia de celebridades como Sean Penn y Robert De Niro, también ofreció actuaciones musicales de Cat Power y Perry Farrell. Sin embargo, más allá del lujo y la diversión, el evento tuvo un propósito noble: recaudar fondos para proteger y restaurar la biodiversidad, destinando el 100% de lo recaudado a apoyar a comunidades indígenas y locales, así como a preservar los últimos ecosistemas salvajes del mundo.
En mayo, Brady, de 46 años, y Shayk, de 37, fueron relacionados sentimentalmente por primera vez. Tom tenía casi medio año separado de Gisele Bundchen. La química habría surgido después de que algunas fuentes dijeran a Page Six que ella estaba coqueteando con él en la boda de Joe Nahmad con Madison Headrick.
Las primeras instantáneas de la pareja fueron captadas mientras pasaban un candente fin de semana de julio en Los Ángeles, en donde la modelo se dejó ver pasando la noche en la casa del quarterback, compartiendo caricias y románticos gestos en su Rolls Royce negro. También hizo un viaje al extranjero con él y se les vio saliendo juntos del mismo hotel en Londres.
Sin embargo, durante los últimos días de octubre, tanto Tom como Irina estaban dando pistas de un posible alejamiento. El ex esposo de Gisele Bundchen se mostró en un viaje en Miami en solitario y la ex modelo de Victoria’s Secret fue captada en Nueva York por su cuenta a inicios de esta semana. Tras estos misteriosos viajes por separado, según confirmó TMZ, las cosas entre ellos “se esfumaron”. No hubo ningún drama o escándalo antes de la ruptura y simplemente siguieron adelante por separado.
“Irina se sentía muy atraída por Tom. Le gustaba salir con él. Le entusiasmaba”, dijeron fuentes de People el pasado octubre. Indicaron que la relación también se desvaneció debido a conflictos de agenda: “Ambos siguen teniendo obligaciones, y cada vez era más difícil estar en la misma ciudad al mismo tiempo”.
La privilegiada fuente también agregó que prevalece el respeto y la admiración mutua, y que el breve vínculo fue disfrutado al máximo, pese a no concretar una relación duradera.
Este capítulo en la vida personal de Brady representó su primera aventura pública después de su divorcio de Gisele Bündchen, con quien estuvo casado por 13 años y comparte dos hijos: Vivian, de 11 años, y Benjamin, de 13. También comparte a su hijo Jack, de 16 años, con su ex Bridget Moynahan. Por su parte, la ex modelo de Victoria’s Secret tiene una hija de 6 años llamada Lea, fruto de su relación con el actor Bradley Cooper.
Todo parece indicar que, por el momento, ambos se encuentran solteros.