Agencia Excélsior. Junio 18, 2024.
Varias decenas de líderes mundiales se reunieron en Nidwalden, Suiza, para buscar un consenso amplio sobre las propuestas de paz de Ucrania, en una cumbre rechazada por Rusia, que impulsó desde lejos sus propios planes de alto el fuego.
En el evento, organizado por el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, participaron más de 90 países, pero la ausencia de China, en particular, redujo las esperanzas de que la cumbre expusiera el aislamiento global de Rusia, mientras que los recientes reveses militares han puesto a Ucrania en una situación difícil.
Asimismo, la guerra en Gaza entre Israel y Hamás también ha desviado la atención mundial.
Las conversaciones se centraron en preocupaciones más amplias desencadenadas por la guerra, como la seguridad alimentaria y nuclear. Pero Turquía y Arabia Saudí, anfitriones propuestos para otro encuentro de este tipo, afirmaron que para lograr avances significativos era necesaria la participación de Rusia.
Sin embargo, Zelenski calificó de éxito la amplia asistencia y pronosticó que “se está haciendo historia”.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, envió en su representación a su vicepresidenta, Kamala Harris, una decisión que molestó al gobierno ucraniano.
En tanto, Harris anunció más de mil 500 millones de dólares en ayuda energética y humanitaria para Ucrania, donde las infraestructuras han sido asoladas por los ataques aéreos rusos desde la invasión total de 2022.
La cumbre se celebra en un momento delicado para Ucrania en el campo de batalla, donde las fuerzas rusas son más numerosas y están mejor equipadas.
El presidente ruso, Vladimir Putin, exigió además el viernes la rendición de Ucrania antes de cualquier negociación.
Zelenski rechazó este “ultimátum”, y muchas potencias occidentales también repudiaron las condiciones.
“Rusia no está pidiendo negociaciones, está pidiendo rendición”, declaró la vicepresidenta estadunidense.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, indicó: “Todos nosotros estamos comprometidos con la construcción de una paz sostenible (…) Esa paz no puede ser una capitulación ucraniana”.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, afirmó que no le parece “particularmente efectivo, como propuesta de negociación, decirle a Ucrania que debe retirarse de la misma Ucrania”.
En total, los organizadores cuentan con 92 delegaciones nacionales.
La cita cuenta con una nutrida representación latinoamericana, con los presidentes argentino Javier Milei, chileno Gabriel Boric, colombiano Gustavo Petro y ecuatoriano Daniel Noboa.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva declinó asistir e informó que “Brasil sólo participará en una reunión para negociar cuando las dos partes en conflicto estén en la mesa. No es posible que haya una pelea entre dos y tener sólo a uno para resolver el problema”.
Otros aliados de Rusia en el grupo de los BRICS como Sudáfrica e India mandaron cargos de segunda fila.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, canceló su participación en la cumbre pese a que estaba en Suiza y criticó al encuentro por buscar “construir bloques para la guerra”.
“Lo que hemos encontrado en relación a la conferencia de paz, entre comillas, en Suiza es que es básicamente un alinderamiento al lado de la guerra (…) por eso he decidido suspender mi visita”, dijo el mandatario.
México estuvo representado por la canciller Alicia Bárcena, quien en el marco de la cumbre tuvo acercamientos con la presidenta de Suiza, Viola Amherd; el presidente de Chile, Gabriel Boric, así como con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y otros mandatarios.