Agencia CNN. Abril 10, 2025.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se jactó de que “los empleos y las fábricas volverán con fuerza” al tiempo que desataba aranceles sin precedentes en todo el mundo durante su discurso del “Día de la Liberación”.
Con la entrada en vigor de sus amplios aranceles globales, los fuertes aumentos de precios en productos que van desde ropa hasta electrónica podrían recaer en gran medida sobre los consumidores estadounidenses.
Ahora, un destacado analista tecnológico ha advertido de que el precio de un iPhone de Apple podría dispararse hasta los US$ 3.500 si se fabricara en Estados Unidos.
El presidente y sus funcionarios económicos prometieron que, como resultado de los aranceles, numerosos empleos manufactureros eventualmente serán “relocalizados” en Estados Unidos, empleando a millones de estadounidenses.
Pero Dan Ives, jefe global de investigación tecnológica de la firma de servicios financieros Wedbush Securities, dijo a Erin Burnett de CNN que la idea es una “historia ficticia”.
Los iPhones fabricados en Estados Unidos podrían costar más de tres veces su precio actual de alrededor de US$ 1.000, añadió, porque sería necesario replicar el altamente complejo ecosistema de producción que existe actualmente en Asia.
“Construyes esa (cadena de suministro) en EE.UU. con una fábrica en Virginia Occidental y Nueva Jersey. Serán iPhones de US$ 3.500”, dijo, refiriéndose a las plantas de fabricación, o instalaciones de fabricación de alta tecnología donde normalmente se fabrican los chips que alimentan los dispositivos electrónicos.
Incluso así, trasladar tan solo el 10 % de su cadena de suministro a EE.UU. le costaría a Apple unos US$ 30.000 millones y tres años, según declaró Ives a Burnett el lunes. CNN se ha puesto en contacto con Apple para solicitarle comentarios.
La fabricación y el ensamblaje de componentes para teléfonos inteligentes se trasladaron a Asia hace décadas, ya que las empresas estadounidenses se centraron principalmente en el desarrollo de software y el diseño de productos, que generan márgenes de beneficio mucho mayores. Esta decisión ha contribuido a convertir a Apple en una de las empresas más valiosas del mundo y a consolidarse como un fabricante dominante de teléfonos inteligentes.
Desde la investidura de Trump a finales de enero, las acciones de Apple han perdido alrededor del 25 % de su valor debido a la preocupación por el impacto de los aranceles en su extensa cadena de suministro, que depende en gran medida de China y Taiwán. Aproximadamente el 90 % de los iPhones se ensamblan en China.
“Por eso creo que ven lo que ha sucedido con las acciones, porque ninguna empresa está más afectada por este arancel, en el centro de esta tormenta de categoría cinco, que Cupertino y Apple”, dijo. “Es un Armagedón económico, especialmente para la industria tecnológica”.
Los chips que alimentan los iPhone se fabrican principalmente en Taiwán, mientras que sus pantallas son suministradas por empresas surcoreanas. Otros componentes se fabrican en China, y el ensamblaje final se realiza principalmente en el país.
En febrero, Apple anunció que invertiría US$ 500.000 millones en Estados Unidos durante los próximos cuatro años como parte de su esfuerzo por expandir la producción fuera de China y evitar los aranceles de Trump en ese país.