Agencia El Universal. Octubre 29, 2024.
Las elecciones de Estados Unidos se encuentran a la vuelta de la esquina. Conforme se acerca la jornada del 5 de noviembre, los mercados internacionales comienzan a ponerse cada vez más nerviosos y tensos.
El miedo y agitación comienza a apoderarse de las bolsas locales e internacionales ante la proximidad de saber quién será el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Para el mercado mexicano, la elección presidencial estadounidense comienza a generar mucha preocupación e inquietud en gran parte ante lo cerrado de las encuestas entre Kamala Harris y Donald Trump.
Y es que la economía del país podría verse sumamente afectada, o beneficiada, dependiendo si la demócrata o el republicano se coronan como el presidente número 47 de Estados Unidos.
Analistas consultados explicaron que, dependiendo de quien se declare ganador en los comicios, México podría sufrir las consecuencias, o incluso algunas ventajas, a corto, mediano e incluso largo plazo, ya que la perspectiva de cada uno de los aspirantes presidenciales en ese tema es diametralmente diferente.
Los mercados ya conocen el estilo de Trump: el bravucón que amenaza mucho para imponer sus reglas y ganar siempre. Sin embargo, los focos rojos se direccionan a Kamala, quien no se ha posicionado mucho sobre algunas temáticas económicas, lo que genera más nerviosismo sobre las implicaciones que tendrá no solo para la economía estadounidense, también para la global, y por supuesto, la de México.
Si bien aunque los mercados le tienen menos miedo a Kamala Harris y hay mayor optimismo de que llegue a la presidencia de EU, la realidad es que cuando ella tome ciertas decisiones, podría verse el impacto real en la economía mexicana, explicó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE.
La directiva recordó que, incluso Kamala, se ha pronunciado en contra del T-MEC, pero al no tener un perfil tan agresivo como Trump por eso no han tenido tanto revuelo sus declaraciones.
“Habría mayor optimismo pero en la medida que ella vaya tomando ciertas decisiones, este menor miedo a Kamala incluso está infundado, podría darse presiones sobre México, creo que a México le iría peor con Kamala que con Donald Trump en el mediano y largo plazo, en el corto plazo habría una menor volatilidad si gana Harris”, consideró.
Para Siller, incluso la revisión del T-MEC con Kamala podría ser mucho más áspera y difícil. Sus primeras decisiones como presidente podría no verse una mayor volatilidad si no que el mercado le daría el beneficio de la duda a partir de decisiones drásticas es donde el mercado financiero empezaría a mostrar cierta preocupación.
“En la economía real, México podría mostrar un menor crecimiento y en la revisión del T-MEC podría salir mucho más afectado… Con Kamala, calladita, calladita pero la revisión podría ser mucho más estricta, sobre todo porque el T-MEC es el bebé de Trump, entonces Kamala querría cambiarlo significativamente para que sea su legado”, aseguró.
A su vez, Quasar Elizundia, experto en Estrategia de Investigación en Pepperstone, consideró que la demócrata podría ser un poco más flexible en temas que han resultado un dolor de cabeza para México como las tarifas arancelarias
“La administración de Kamala Harris muy probablemente va a ser una que será un tanto más favorable para México”, subrayó.
Respecto al tema del nearshoring, Elizundia especificó que si bien Kamala no se ha posicionado sobre ese tema, estratégicamente Estados Unidos ve con mejores ojos depender en ciertas cadenas de suministro de México que de China ya que prefiere “reubicar esas cadenas en países más amigables”.
Contrario a lo que se pensaría, los especialistas consideraron que en caso de que gane el republicano de 70 años sea quien triunfe, a México le podría ir mucho mejor en el mediano y largo plazo, ya que el republicano sería mucho más duro con China, entonces México sería su aliado comercial por excelencia.
Para Gabya Siller, uno de los primeros golpes a la economía del país es que algunas empresas estadounidenses que tenían pensado venir a nuestro país, puede que se queden en EU, lo que quitaría algunas oportunidades valiosas del nearshoring para México en el corto plazo pero en el largo plazo podrían llegar más empresas y con ello, atraer más inversiones y crear más puestos de trabajo.
“Sí hay miedo a Trump, pero no es tanto como cuando inició su primer mandato”, puntualizó.
En este sentido, para la directiva de Banco Base lo que se tendría que ver más son las acciones de Trump, ya que su estrategia de bravucón afectaría al país en el corto plazo pero en el mediano plazo se vería.
Mientras que en el tema del nearshoring se destrabarían algunos proyectos de inversión de empresas que lleguen al país, pero a partir del 2026 disminuirían la oportunidad de relocalización de empresas debido a la revisión tripartita del T-MEC.
Para el estratega de Pepperstone respecto al T-MEC y el nearshoring, al final del día EU está consciente de que México es una mejor nación para depender un tanto puede que el nearshoring tiene ciertos matices.
“La postura de Donald Trump al momento de llegar a la mesa de negociación es agresiva, no es un trato equitativo, más bien es tu me estás haciendo daño y yo me voy a ir con todo a sacarte, es su modelo de negociación, aunque no necesariamente se traduce en que cumplirá todas sus amenazas”, comentó.