Agencia El Universal. Noviembre 29, 2024.
Al igual que Ford y Jack Daniel’s, la cadena de supermercados Walmart se suma a la lista de grandes empresas estadounidenses que han recortado sus políticas de diversidad, en pleno avance del lobby conservador que se ha visto reforzado por la elección de Donald Trump.
Walmart, que tiene la mayor plantilla de empleados del sector privado en el país, anunció esta semana varios cambios: dejará de usar las siglas DEI (Diversidad, Equidad, Inclusión) y el término ‘Latinx’ en sus comunicaciones; pondrá fin a un programa para fomentar la diversidad entre sus proveedores; cerrará un centro para la igualdad racial y ya no informará sus datos a una ONG que elabora un ranking de empresas sobre inclusión LGTB+.
Los cambios ocurren en la estela de la victoria del republicano Trump, y en medio de una campaña contra la llamada ideología “woke”.
El término “woke” (despierto), utilizado de forma despectiva por los conservadores, se refiere al pensamiento que defiende el fin de las desigualdades raciales, del sexismo y la discriminación anti-LGTBQ+, y que resurgió tras la muerte del afroestadounidense George Floyd asfixiado por un policía en 2020.
La lucha “anti-woke” se vio reforzada por la decisión de la corte suprema en 2023 de eliminar la discriminación positiva en las universidades, que los conservadores han utilizado para abrir procesos contra empresas o instituciones públicas e intentar frenar sus programas de promoción de la diversidad.
Los conservadores acusan a estos programas de hacer “apología de lo políticamente correcto” y afirman que perjudican sobre todo a los hombres blancos.
Robby Starbuck, un activista de 35 años partidario de Trump, lleva adelante una cruzada conservadora en el mundo empresarial, donde defiende la “neutralidad” frente a los problemas sociales. Se jacta de haber hecho que firmas como Ford o Harley-Davidson replegaran sus políticas inclusivas.
La marcha atrás de Walmart “es la mayor victoria hasta ahora de nuestro movimiento para acabar con el ‘wokismo’ en las empresas estadounidenses”, dijo en un mensaje en la red X, en el que asoció la subida de las acciones de Walmart con esta decisión.
Las empresas que mantengan su agenda “woke” están destinadas a la quiebra, agregó.
Según una encuesta del Pew Research Center, la proporción de empleados que piensan que su empresa presta demasiada atención a las cuestiones de diversidad aumentó de 14% en febrero de 2023 a 19% en octubre de 2024.
Un relevamiento del centro de estudios The Conference Board, integrado por cientos de empresas, muestra sin embargo que una parte importante (58%) de los 1.300 empleados encuestados cree que los recursos que su empresa dedica a estos temas son adecuados.
“Los dirigentes deberían centrarse en lo que realmente importa a sus empleados” y “estas iniciativas son cruciales para atraer y retener a los talentos actuales y futuros”, afirma Allan Schweyer, jefe de investigación de capital humano del centro de estudios.
Se espera que la ola conservadora se fortalezca con el regreso a la Casa Blanca del magnate republicano.
La retórica de Trump apunta principalmente contra la corrección política que, según él, infecta las escuelas promoviendo “locuras” sobre género y etnicidad. Y el presidente electo prometió suspender los subsidios federales para los establecimientos que promuevan estas ideas.
En marzo, la Universidad de Florida, estado gobernado por el conservador Ron DeSantis, puso fin a sus programas de promoción de la diversidad, siguiendo los pasos de varios campus de otros estados.
Trump ha elegido para integrar su futuro gobierno a aliados “anti-woke”, como Stephen Miller, elegido jefe adjunto del gabinete, quien combatió los programas de diversidad en el mundo corporativo a través de su grupo de defensa legal conservador America First Legal.
También designó como secretario de Defensa a Pete Hegseth, un exmayor del ejército estadounidense y actual presentador de la cadena Fox News, muy crítico de las políticas de diversidad.