Agencia El Universal. Octubre 15, 2024.
La fiscalía de Estados Unidos solicitó atrasar un día la audiencia de Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa.
La audiencia estaba prevista para el jueves 17 de octubre ante el juez Brian Cogan, un día después de la sentencia contra Genaro García Luna, exsecretario mexicano de Seguridad.
La fiscalía pide que la audiencia se lleve a cabo a las 11:00 horas. “El gobierno ha consultado con Servicio de Marshals de Estados Unidos, el abogado defensor y su señoría (…) y por razones logísticas se solicita que la vista sea para el 18 de octubre”.
Añade que se tiene el consentimiento de la defensa sobre este asunto.
“El Mayo” Zambada se declaró no culpable el pasado 13 de septiembre en un juzgado de Nueva York de 17 cargos, entre los que se incluyen conspiración para asesinato, narcotráfico, pertenencia a empresa criminal y posesión de armas.
Aunque la ley en Nueva York dicta que el juicio debe comenzar dentro de los 60 días posteriores a la primera comparecencia del acusado, el juez de instrucción James R. Cho hizo una excepción en este caso debido a su gran complejidad y a la abundancia de documentos para la investigación.
“El señor Zambada ha sido, y puede que siga siendo, uno de los mayores y más peligrosos narcotraficantes del mundo que con el comercio de estupefacientes y con la violencia de su empresa criminal participó en sobornos, tortura y asesinato de civiles y miembros de carteles rivales”, aseguró Francisco Navarro, fiscal de la corte federal de Brookyn (Nueva York), sobre Zambada el pasado 13 de septiembre.
Zambada podría enfrentarse incluso a pena de muerte -pese a ser abolida en el estado de Nueva York en 2004- si el Gobierno federal considera que con su papel crucial en el Cártel de Sinaloa, actor principal en la crisis de sobredosis por fentanilo en EU, incurrió en graves delitos como asesinatos en masa o crímenes de terrorismo.
De llegar a juicio, el caso contra el Mayo también podría sacar a la luz importantes documentos que constatarían la connivencia durante décadas de la política mexicana en todos su niveles -incluido nuevamente la del propio García Luna- con el Cártel de Sinaloa, según fuentes de la DEA y expertos en crimen organizado mexicano.