Agencia CNN. Junio 11, 2025.
La semana pasada, Elon Musk pedía el juicio político del presidente Donald Trump. Esta semana, Musk ha vuelto a elogiar a la administración, suavizando su tono tras la ruptura pública de los dos poderosos líderes.
El impacto se produjo al estallar las protestas en Los Ángeles por las acciones de los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y las redadas migratorias.
Durante el fin de semana, Musk borró algunas de sus publicaciones más incendiarias sobre el presidente, incluyendo la petición de su juicio político y la acusación, sin aportar pruebas, de que el nombre de Trump aparecía en documentos relacionados con los delitos del delincuente sexual y financiero convicto Jeffrey Epstein.
Musk pareció apoyar incondicionalmente la postura de la administración de Trump sobre la situación en Los Ángeles, añadiendo banderas estadounidenses a una publicación del vicepresidente J. D. Vance sobre cómo el “presidente no tolerará disturbios ni violencia”. Musk ha apoyado durante mucho tiempo el cierre de fronteras, la detención de la inmigración ilegal y las deportaciones, en sintonía con la administración de Trump.
El multimillonario tecnológico publicó una captura de pantalla de una publicación de Trump en Truth Social que decía que el gobernador de California, Gavin Newsom, y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, “deberían disculparse con la gente de Los Ángeles”, ya que se han desatado enfrentamientos, se han incendiado vehículos y se han intensificado las manifestaciones.
También escribió “genial” en un vídeo de Vance en una entrevista, diciendo que cree que “si Elon se tranquiliza un poco, todo estará bien”.
Y el director ejecutivo de Tesla volvió a seguir al subsecretario general de la Casa Blanca, Stephen Miller, considerado uno de los principales funcionarios de la administración de Trump en materia de política migratoria, a quien había dejado de seguir el jueves en medio de su enfrentamiento con Trump.
La decisión fue especialmente notable teniendo en cuenta que la esposa de Miller, Katie Miller, había dejado recientemente la Casa Blanca para trabajar con Musk a tiempo completo y que la pareja había socializado regularmente con Musk fuera del trabajo. Esto dio lugar a chismes entre los asesores de la Casa Blanca y a una oleada de especulaciones sobre cómo las consecuencias podrían afectar la fortuna política de una de las parejas más poderosas del Washington de Trump.