Agencia Excélsior. Agosto 22, 2024.
Manuel Guerrero, el ciudadano mexicano que estuvo preso en Qatar por ser gay, regresó a casa tras seis meses de una intensa batalla judicial.
Guerrero, también de origen británico, pasó seis meses en un centro de detención en Doha.
Ahí fue sometido a tortura y falta de acceso a medicamentos contra VIH, un maltrato psicológico cuyas consecuencias sigue enfrentando.
“Las secuelas más importantes han sido las escuelas psicológicas”, dijo a Excélsior el exempleado de la aerolínea Qatar Airways.
“¿Por qué no puedo tener acceso a antirretrovirales, si mi compañero que está detenido necesita insulina u otro medicamento y todos tienen acceso?”, dijo.
Obtener sus medicamentos era una batalla diaria en una lucha permanente contra la homofobia de Estado.
También presenció malos tratos, en especial castigos como latigazos contra otros prisioneros.
Además, mientras Manuel estaba en prisión, la compañía aérea para la que trabajaba decidió despedirlo, por lo que perdió sus ingresos.
En febrero pasado, Guerrero fue detenido con engaños, cuando se dirigía a una cita.
La policía del país árabe creó un perfil falso en la aplicación Grindr para concertar una cita.
Hoy, con el apoyo de la organización Amnistía Internacional y su hermano Enrique, abogado y activista, Manuel logró salir de Qatar, donde vivía desde hace siete años.
“Ahora es el momento de finalmente estar en libertad, estar con mi familia, estar con mis amigos”, subrayó.
El pasado lunes por la noche, Manuel volvió a casa.
“Fue muy emotivo y emocionante estar abrazándolos y estar en mi propia casa. No he tenido tiempo de saborear a mi familia. Tengo muchísima gente que quiero ver”, agregó.
En marzo pasado, se ejecutó la detención de Manuel, lo que truncó una carrera de 18 años, que incluye cargos en los mostradores de las aerolíneas, sobrecargo y empresas en México, Londres y Alemania.
“Vivo y trabajo por mi lema personal: la pasión por el servicio”, expresó Manuel en su cuenta de la red social LinkedIn.
Para el sistema de justicia qatarí, el caso ya está cerrado y Manuel fue deportado a su país de origen.
En conferencia de prensa, organizada por el Comité Manuel Guerrero, el ahora liberado relató los momentos optimistas de su situación.
“Me hicieron sentir súper acompañado. Me empiezan a llegar cartas de mucha gente con mensajes de apoyo, el darte cuenta que no estás solo y que podemos lograrlo juntos”, compartió.
Enrique Guerrero, hermano de Manuel y activista por los derechos humanos, aseguró que el caso es una victoria para su hermano, su familia y la comunidad LGBTQ+.
“La moraleja que nos queda es que la solidaridad, la valentía y un poco de necedad, son el camino correcto para luchar contra la injusticia”, dijo a este diario el defensor, quien anunció que a partir de ahora el colectivo se conformará como centro Xuma.
“La lucha sigue y seguirá. En el caso de Manuel, seguiremos en Naciones Unidas, porque lo que él sufrió es totalmente violarlo a los derechos humanos”, afirmó.
El caso irá al Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias, que deberá escuchar a la defensa de Manuel y al Estado de Qatar. Deberá determinar si la detención fue apegada a derecho.
“Hay que decirlo una y otra vez: ser gay no es un delito, los derechos humanos no son un crimen. La moraleja es que con unidad y solidaridad podemos encontrar justicia”, concluyó Enrique.