Agencia Excélsior. Octubre 11, 2024.
El presidente taiwanés, Lai Ching-te, prometió el jueves “resistir la anexión” ante la creciente presión militar y política de China sobre la isla de gobierno democrático.
“Mantendré el compromiso de resistir la anexión o usurpación de nuestra soberanía”, declaró Lai en un discurso con motivo de la celebración del Día Nacional.
Poco antes, un alto cargo estadunidense afirmó que China podría utilizar la celebración del Día Nacional taiwanés “como pretexto” para efectuar ejercicios militares cerca de Taiwán.
China insiste en que Taiwán es parte de su territorio y no descarta el uso de la fuerza para retomar el control.
Pekín ha intensificado la presión sobre la isla para que acepte su reclamo de soberanía, y las relaciones bilaterales han continuado tensas desde que Lai tomó el poder en mayo.
Las celebraciones del jueves marcan el 113 aniversario de la caída de la dinastía china de Qing y la posterior fundación de la República de China.
La actual disputa entre China y Taiwán data de la guerra civil entre las fuerzas nacionalistas de Chiang Kai-shek y los comunistas de Mao Zedong.
Los nacionalistas huyeron a Taiwán tras su derrota a manos de los comunistas en 1949.
Taiwán mantiene el nombre oficial de República de China.
El nuevo ministro japonés de Relaciones Exteriores, Takeshi Iwaya, expresó a su par chino sus “serias preocupaciones” con la creciente actividad militar de China, incluyendo recientes “violaciones” de su espacio aéreo.
Iwaya dijo el miércoles por teléfono al ministro chino Wang Yi que tiene “serias preocupaciones por la situación en el mar de China Meridional (…) y la creciente actividad militar china”, indicó el ministerio japonés de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Citó “la violación del espacio aéreo japonés por aviones militares chinos en agosto y el paso de un portaaviones cerca de las aguas territoriales japonesas en septiembre”.
Agrega que el ministro pidió “una explicación completa sobre la violación del espacio aéreo japonés”.
Las tensiones entre Pekín y Tokio han crecido los últimos años ante la expansión de la presencia militar china en la región, al tiempo que Japón ha reforzado sus relaciones de seguridad con Estados Unidos.
El lanzamiento de un misil balístico intercontinental chino al océano Pacífico en septiembre también generó protestas de Japón.
Según el ministerio chino de Relaciones Exteriores, Wang dijo a Iwaya en la llamada que espera tener “una nueva atmósfera (…) y nuevos avances en las relaciones China-Japón”, informó la televisión estatal CCTV.