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Salud mental del ex vicepresidente de Ecuador Jorge Glas es “grave”: CIDH

Salud mental del ex vicepresidente de Ecuador Jorge Glas es “grave”: CIDH

  • La CIDH advirtió que la salud mental del expresidente de Ecuador atraviesa por un estado de especial gravedad.

Agencia Excélsior. Febrero 13, 2025.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) alertó este martes sobre la “gravedad” de la salud mental en prisión del ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, a quien México concedió asilo.

México ha roto relaciones diplomáticas con el país sudamericano en 2024 después de la irrupción policial en su embajada en Quito para detener a Glas, investigado por corrupción.

El asalto policial se produjo después de que México concediera asilo a Glas y le valió a Ecuador una demanda ante la Corte Internacional de Justicia.

En un comunicado, la CIDH advierte este martes que la salud mental de Glas “atraviesa por un estado de especial gravedad, pese a las atenciones médicas brindadas por el Estado en el 2024”.

La Comisión considera que “tanto sus condiciones de detención” como los actos “de violencia que se han presentado en el centro penitenciario” en el que está recluido impactan en “el deterioro de su salud mental e integridad física”.

Por eso pide “que se tome en cuenta el derecho a la salud” del ex vicepresidente y se someta a las “evaluaciones médicas hospitalarias y los tratamientos médicos adecuados”.

La CIDH, un ente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), se limita a pedir “que se mejoren las condiciones de detención” de Jorge Glas, sin solicitar su liberación.

La organización visitó la cárcel el pasado 28 de octubre por invitación de Ecuador y pudo reunirse con Glas, así como con autoridades del Estado, según el comunicado.

Asalto a la embajada

En abril de 2024, la embajada de México en Quito, Ecuador, se convirtió en el epicentro de una crisis diplomática sin precedentes entre ambos países. El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien había buscado refugio en la sede diplomática mexicana desde diciembre de 2023, fue detenido por la policía ecuatoriana tras una incursión en la embajada.

Glas, quien ocupó la vicepresidencia durante los gobiernos de Rafael Correa y Lenín Moreno, enfrentaba múltiples condenas por corrupción, incluyendo su implicación en el caso Odebrecht.

En diciembre de 2023, ante una nueva orden de captura relacionada con presuntos desvíos de fondos destinados a la reconstrucción tras el terremoto de 2016, Glas solicitó asilo en la embajada mexicana, alegando persecución política.

El 5 de abril de 2024, el gobierno mexicano anunció la concesión de asilo político a Glas y solicitó a Ecuador la emisión del salvoconducto correspondiente para su salida segura del país. Sin embargo, esa misma noche, fuerzas policiales ecuatorianas rodearon la embajada y, posteriormente, ingresaron por la fuerza para detener al exvicepresidente.

El jefe de la misión diplomática mexicana en Ecuador, Roberto Canseco, intentó impedir la entrada de los agentes, resultando lesionado en el proceso.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó la acción como una “violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México”, y anunció la suspensión inmediata de las relaciones diplomáticas con Ecuador.

La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, informó que el personal de la embajada abandonaría Ecuador de inmediato y que México recurriría a la Corte Internacional de Justicia para denunciar las violaciones al derecho internacional.

Por su parte, el gobierno ecuatoriano defendió la incursión, argumentando que la embajada mexicana había “abusado de las inmunidades y privilegios” al albergar a Glas, a quien calificó de delincuente común condenado por corrupción.

La canciller de Ecuador afirmó que “ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político cuando ha sido condenado con sentencia ejecutoriada y con disposición de captura emitida por las autoridades judiciales”.

Este incidente profundizó la crisis diplomática entre ambos países, que ya se había agravado tras la expulsión de la embajadora mexicana en Ecuador, Raquel Serur, días antes del asalto a la embajada.