Agencia Excélsior. Agosto 23, 2024.
El macizo del Mont Blanc, conocido por su imponente belleza y desafío extremo, ha sido nuevamente escenario de una trágica pérdida. Dos jóvenes alpinistas vascos, de 26 y 27 años, fallecieron este miércoles mientras descendían del Mont Blanc du Tacul, una de las cimas más altas y peligrosas del macizo. El accidente, que ha conmocionado a la comunidad montañista y a sus localidades de origen, Lezo y Oiartzun, subraya los riesgos inherentes a la práctica del alpinismo en alta montaña.
El trágico suceso ocurrió alrededor de las 13:30 horas locales (14:30 GMT), cuando los tres montañistas intentaban descender en rápel por el corredor de Gervasutti, una ruta conocida por su complejidad técnica y su exposición a desprendimientos de rocas y hielo. Según informaciones proporcionadas por el Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña (PGHM) de Chamonix, las víctimas intentaron asegurar un bloque de piedra con sus cuerdas, pero este cedió, precipitando a los dos alpinistas por una pendiente de 350 metros.
El tercer miembro de la cordada, también originario de Oiartzun, fue testigo del devastador accidente. Conmocionado y sin un teléfono móvil para solicitar ayuda, el sobreviviente descendió por la montaña hasta encontrar a otro alpinista, quien dio la voz de alarma.
Tras recibir la alerta, un helicóptero de rescate de la seguridad civil se desplazó inmediatamente al lugar del accidente. Lamentablemente, los rescatistas solo pudieron constatar la muerte de los jóvenes alpinistas, cuyos cuerpos fueron trasladados a Chamonix. El sobreviviente fue ingresado en un hospital de la región para recibir atención médica y psicológica. Mientras tanto, las autoridades locales han abierto una investigación para esclarecer las circunstancias exactas del accidente.
Este trágico suceso se suma a otros incidentes recientes en los Alpes, donde las condiciones meteorológicas y el terreno inestable han cobrado la vida de varios montañistas en los últimos días. Los servicios de rescate han advertido sobre los peligros actuales en las rutas alpinas, especialmente debido a la gran cantidad de nieve acumulada en las cotas altas.
La noticia de la muerte de los jóvenes alpinistas ha causado un profundo dolor en sus comunidades de origen. El alcalde de Lezo, Mikel Arruti, expresó en un mensaje en la red social X su consternación por la pérdida y transmitió sus más sentidas condolencias a las familias y amigos de las víctimas. “Es una terrible noticia que ha dejado a nuestra comunidad en shock. Nuestros pensamientos están con las familias en este difícil momento”, escribió.
Este accidente sirve como un triste recordatorio de la peligrosidad que conlleva el alpinismo, incluso para los más experimentados. Mientras las comunidades de Lezo y Oiartzun lloran la pérdida de estos dos jóvenes, el mundo del alpinismo reflexiona sobre los riesgos constantes que enfrentan aquellos que se aventuran en la alta montaña.
El Mont Blanc, con sus 4.805 metros de altura, es la cumbre más alta de Europa Occidental y un destino icónico para los alpinistas de todo el mundo. Sin embargo, su belleza esconde peligros mortales. En los últimos años, las autoridades han intensificado los llamados a la prudencia, especialmente en verano, cuando las condiciones meteorológicas pueden cambiar rápidamente y convertir una expedición en una tragedia.
El alpinismo, aunque apasionante, exige una preparación meticulosa y un profundo respeto por la montaña. Cada año, el Mont Blanc cobra la vida de varios alpinistas, recordándonos que, a pesar de los avances en tecnología y técnicas de escalada, la naturaleza sigue siendo impredecible y a menudo implacable.
En honor a los jóvenes que han perdido la vida persiguiendo su pasión, es crucial que la comunidad alpinista continúe promoviendo la seguridad y la conciencia de los riesgos, para que estos valientes no sean olvidados, y para que futuras tragedias puedan evitarse.