Agencia Publimetro. Diciembre 26, 2024.
El precio de la tortilla subirá en 2025 y podría llegar a un precio récord de más de 32 pesos por kilo en varias ciudades del país, debido a la demanda del maíz transgénico que Estados Unidos le ganó a México.
El director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), Juan Carlos Anaya Castellanos, explicó que el encarecimiento de dicho alimento es inminente durante las primeras semanas o meses del próximo año.
Ello, explicó, después de que el gobierno mexicano perdió la disputa comercial que interpuso Estados Unidos, en el marco del T-MEC, que invalida la decisión de México de cerrar la puerta al maíz genéticamente modificado, por ser peligroso para la salud humana, de acuerdo con la autoridad nacional.
El directivo refirió que dicho fallo detona un nuevo problema para el país: el incremento en el costo de la tonelada de maíz blanco y el consecuente aumento de la tortilla y todos los alimentos derivados.
Esto último, alertó, implicaría que un efecto dominó que también encarecerá el costo de alimentos tradicionales como los tamales, atoles, tostadas, sopes, quesadillas y hasta los totopos para los chilaquiles.
“Como existe un decreto que prohíbe el uso de maíz transgénico para consumo humano, entonces tampoco puedes utilizarlo en alimentos como el atole, tostadas y hasta los totopos que tanto nos gustan a los mexicanos” y, todos esos productos también subiría de precio, dijo. Juan Carlos Anaya.
El director del GCMA señaló que, aun cuando el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que acatará dicho fallo, dejó en claro que mantendrá la prohibición de utilizar granos transgénicos en alimentos y cultivos ubicados en territorio nacional.
El especialista alertó que esto último detona dos nuevos problemas para nuestro país: primero, obliga a permitir la importación o entrada al mercado mexicano de granos genéticamente modificados, que en su mayoría provienen desde Estados Unidos.
O bien, a importar, maíz libre de modificaciones genéticas, que es más caro y, por el cual, los consumidores nacionales deben pagar más, porque su producción y oferta internacional es más baja que el transgénico.
Segundo problema, comentó, se abre una disputa en el mercado interno por ver quién o qué sectores pagan más por el maíz no modificado, que es el único permitido para consumo humano y, por lo tanto, para producir tortilla y todos los derivados del grano.
Juan Carlos Anaya señaló que tal disputa se va a profundizar debido a México no es autosuficiente e importa más de la mitad del maíz que consume; además que las cosechas provenientes de Sinaloa, que es principal productor, serán limitadas durante 2025 por efectos de la sequía.
“Por segundo año, la sequía nos está afectando. En Sinaloa, de producir 6.4 millones de toneladas, el año pasado solamente levantó 3.2 millones y este año, si acaso llegaremos a 1.9 millones de toneladas.
“Probablemente no haya suficiente maíz para cubrir la demanda y, para que el maíz blanco (que se usa para las tortillas) de Sinaloa no se vaya al sector pecuario –como alimento para ganado–, se va a tener que pagar un premio –más dinero– para que se ocupe en producir harina y nixtamalizarlo.
“Y esto puede provocar que suba el precio de la tortilla a mediados de 2025″; aunque, en este momento, todavía no se puede establecer cuánto va a incrementar.
Esto, porque el aumento dependerá de la disponibilidad del maíz y de los incrementos que reporte el costo de los insumos para producir la tortilla como el gas, la electricidad y las refacciones para las máquinas tortilladoras; además del impacto del aumento al salario.
A través del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM), la Secretaría de Economía (SE) informó que las ciudades con el precio promedio de la tortilla más caro y, que puede subir más por los problemas del maíz transgénico, son:
Los datos oficiales reportan que México consume 47 millones de toneladas de maíz al año, de las cuales:
28 millones para el sector pecuario y productos industrializados.
19 millones de toneladas para consumo humano.
De estas últimas:
4.5 millones de toneladas son de autoconsumo: para tortillas, alimentos y forraje de animales de los propios productores.
14.5 millones de toneladas entran al circuito de la tortilla, tamales, atoles, tostadas, sopes, quesadilla y totopos.