Agencia Diario del Yaqui. Mayo 01, 2025.
Iván Morales Corrales, exsuboficial de la extinta Policía Federal y sobreviviente del ataque en el que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) derribó un helicóptero militar durante un operativo para capturar a Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, fue asesinado la mañana del martes 30 de abril en Temixco, Morelos.
Autoridades confirmaron que el ataque ocurrió alrededor de las 8:00 horas en el fraccionamiento Las Brisas, cuando sujetos armados interceptaron la camioneta negra en la que viajaban Morales Corrales y una mujer.
De acuerdo con reportes de El Diario de Morelos, los agresores, a bordo de una camioneta Urban blanca, bloquearon el paso del vehículo y abrieron fuego en al menos 15 ocasiones antes de huir en motocicletas que los esperaban en la avenida principal.
Paramédicos y elementos de seguridad pública confirmaron en el lugar que ambas víctimas fallecieron por múltiples heridas de bala. Sus cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo), y la identidad de Morales se confirmó horas después.
Hasta el momento no hay detenidos. Según fuentes citadas por El Universal, una de las líneas de investigación apunta a un posible ajuste de cuentas vinculado con su pasado como agente federal.
La misión tenía como objetivo capturar a “El Mencho” y contaba con un despliegue aéreo clave. Morales, entonces suboficial, relató en 2023 a Univisión que el operativo era tan confidencial que la tripulación no tenía acceso a la información táctica para evitar filtraciones.
El helicóptero en el que viajaba Morales y otros 17 elementos fue atacado con armamento de alto calibre, incluyendo una ametralladora Browning M2, un fusil Barrett M82 y un lanzacohetes RPG-7, lo que provocó daños críticos y la caída de la aeronave.
Morales describió cómo logró salir del helicóptero envuelto en llamas, despojándose de su equipo para no morir quemado, y resistió escondido hasta ser rescatado. El saldo fue de nueve muertos y nueve sobrevivientes, muchos de ellos gravemente heridos.
Tras el incidente, Morales permaneció hospitalizado cinco meses, sufrió quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo y se sometió a múltiples cirugías reconstructivas.
Fue condecorado por el entonces presidente Enrique Peña Nieto y su testimonio de resistencia y valentía se convirtió en símbolo de la lucha antidrogas en México.
Su asesinato marca un trágico desenlace para quien, a pesar de haber sobrevivido a uno de los episodios más violentos del combate al narcotráfico, no logró escapar de las secuelas de ese pasado.