Agencia Infobae. Marzo 07, 2025.
En un par de años, Silvano Aureoles pasó de ser gobernador de Michoacán y aspirante a la Presidencia de la República a prófugo de la justicia acusado de un desfalco multimillonario.
Desde el pasado 1 de marzo se liberó una orden de aprehensión en contra del ex gobernador por presunto desvío de recursos que ascienden a varios miles de millones de pesos.
Ese mismo día fueron detenidos, por el mismo caso, cuatro de sus excolaboradores: Antonio Bernal Bustamante, exsecretario de Seguridad; Carlos Maldonado, exsecretario de Finanzas; Mario Delgado Murillo; y Elizabeth Villegas Pineda, estos dos últimos funcionarios de la Secretaría de Finanzas.
Silvano Aureoles Conejo no fue detenido, sin embargo, desde entonces es considerado prófugo.
Desde 2022 la Auditoría Superior de la Federación (ASF) había presentado denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) por las irregularidades en el ejercicio de recursos de la administración de Aureoles Conejo.
A la par que –según la acusación– miles de millones de pesos del erario michoacano “desaparecían” y la fortuna del ex mandatario.
Cuando llegó a la gubernatura de Michoacán, en 2015, tenía un patrimonio que superaba los 5.5 millones de pesos; al final de su sexenio, en 2021, esta riqueza se redujo a cero pesos.
En el marco de la campaña electoral que lo llevó a la gubernatura, Silvano Aureoles se sumó a la iniciativa “3de3″ en la que los candidatos hacían pública su declaración patrimonial, fiscal y de intereses.
Fue entonces que Aureoles Conejo compartió que su patrimonio contaba con bienes inmuebles y vehículos que sumaban los 5.5 millones de pesos.
El perredista dijo tener una casa en Morelia, Michoacán, con una extensión de mil 437 metros y 940 metros de construcción, que pagó a crédito por 3 millones de pesos.
También reportó un departamento en la Ciudad de México de apenas 50 metros cuadrados que adquirió, también a crédito, por 1.5 millones de pesos.
La tercera propiedad es un rancho ubicado en Zitácuaro, Michoacán, que comparte en propiedad con sus hijas y de las que no precisó su costo.
Además reportó dos vehículos de la marca Chevrolet, modelo 2023, con un costo de 590 mil 800 y 487 mil 200 pesos.
Curiosamente, no hay ni una sola versión pública de la declaración patrimonial de Silvano Aureoles a lo largo de su sexenio. No fue hasta que dejó la gubernatura de Michoacán que compartió el documento.
La sorpresa: ya no tenía nada. La casa, el departamento, el rancho y hasta las dos camionetas habían desaparecido.
En el apartado “bienes inmuebles”, Silvano Aureoles anotó la palabra “ninguno”. Lo mismo en “bienes muebles” y “vehículo”.
El exgobernador sólo reportó tres cuentas bancarias: una de nómina en Banorte y dos de ahorro en BBVA y Banca Firme, así como un crédito hipotecario por 3 millones de pesos.
También registró sus ingresos anuales: un millón 69 mil 999 pesos provenientes únicamente de su salario como gobernador de Michoacán. Es decir, un promedio mensual de casi 90 mil pesos.
Las irregularidades en la presentación de su declaración patrimonial le costó a Silvano Aureoles una inhabilitación para ejercer el servicio público por 11 meses.
Esta inhabilitación, sin embargo, no se debió a la desaparición de sus propiedades, sino a que Aureoles Conejo presentó su declaración patrimonial fuera de forma.