Agencia Excélsior. Febrero 14, 2024.
A pesar de que la Ley Federal del Trabajo en su artículo 337, obliga a los patrones a inscribir a las personas trabajadoras del hogar en el régimen de seguridad social, sólo el 2.58% están afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
De acuerdo con su reporte de empleo, al cierre del pasado mes de enero, se registraron 64 mil 639 puestos asociados a personas trabajadoras del hogar.
Dicha cifra contrasta con el registro de 2.5 millones de empleadas y empleados domésticos —mayores de 15 años— que viven en el país, donde el 90.2% son mujeres y 9.8% hombres, según los últimos datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN) correspondientes al cuarto trimestre del 2022.
Ante este panorama, en entrevista, Marcelina Bautista Bautista, fundadora y directora del Centro Nacional para Capacitación Profesional y Liderazgo de las Empleadas del Hogar A. C. (CACEH), señaló que, a pesar de los beneficios, la desinformación, el miedo a perder el trabajo y el desinterés de los empleadores son algunas de las razones por las que no ha crecido más la afiliación.
También incide el hecho de que las empleadas domésticas no quieren la seguridad social, porque al descontar de su salario las cuotas que les corresponden, percibirían un menor ingreso al que están acostumbradas.
“Tenemos estos marcos normativos, pero no hay una política clara que empodere a las trabajadoras del hogar y puedan exigir sus derechos.
“Y, por otro lado, las trabajadoras del hogar tienen miedo a perder el trabajo. Si exigen Seguro Social son despedidas, si exigen no trabajar en domingo son despedidas, si exigen sus derechos son despedidas”, enfatizó la directora del CACEH.
Marcelina Bautista explicó que si una persona trabajadora del hogar es registrada por su empleador, tiene derecho a todos los beneficios que abarca la seguridad social, como, por ejemplo, incapacidades, uso de guarderías, servicios de salud para ella y sus familiares directos, así como a una pensión cuando se jubile.
Añadió que a partir de este año, el empleador también está obligado a pagar la cuota del Infonavit —además de la del IMSS— por lo cual, este sector de la población ya podrá obtener un crédito y comprar una vivienda.
“Otro derecho humano que estamos hablando es la seguridad social. Y ya el IMSS está aplicando de manera obligatoria tanto la aportación al IMSS, como la aportación para vivienda para las trabajadoras del hogar.
“Por eso es importante también, que una empleadora que está otorgando IMSS para su trabajadora tenga la certeza que esa trabajadora va a tener derecho a la vivienda”, sostuvo Marcelina Bautista.
Recalcó que, de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo, las empleadas domésticas tienen los mismos derechos que cualquier trabajador en México.
“Tenemos derecho a vacaciones pagadas, a recibir prima vacacional, al pago de días de descanso y días festivos como marca la ley y recibir un aguinaldo.
“Debe existir un contrato por escrito y si hay un despido injustificado tiene derecho a una indemnización como marca la ley. Nuestra jornada laboral debe ser de ochos horas, con derecho a alimentos. Y si es una trabajadora de planta, su jornada debe incluir tres horas de descanso, entre otras cosas”, detalló la directora del CACEH.
Hasta el cierre de enero, el IMSS reportó que el salario promedio diario de las personas trabajadoras del hogar fue de 311.8 pesos.
A partir de este año, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) determinó que los trabajadores del hogar deben ganar al menos 270.60 pesos al día.
Y en el caso de la zona libre de la frontera norte el mínimo es de 374.89 pesos.
Considerando estas referencias salariales, anualmente el CACEH “elabora una tabla que incluye 5 categorías —que dependen de la capacitación de cada trabajador—, donde la más alta, al cierre de 2023, estaba tabulada en 726.00 pesos”, informó Marcelina Bautista Bautista.
Rosa ayuda a sus colegas en contra de los abusos y a darse de alta ante el Seguro Social.
Rosa de la Cruz ha sido trabajadora del hogar, los últimos 20 años de su vida.
A sus 58 años de edad, aspira a tener una pensión cuando cumpla 65, lo cual, dijo lo logrará, ya que desde 2019, su empleador la afilió al IMSS.
Explicó que las cuotas que se descuentan del salario íntegro que las trabajadoras del hogar acostumbran ganar, no se deben considerar como pérdidas, porque se convertirán en aportaciones para tener una vejez asegurada.
Por lo anterior, añadió que es importante que las y los integrantes de este gremio piensen en el futuro.
“Deberían considerar que no siempre vamos a ser jóvenes. Que al tener seguridad social tendremos algo cuando ya seamos unas personas adultas y no podamos laborar como ahora que tenemos una buena edad. Entonces sí es importante tener el Seguro Social”, indicó.
Rosa de la Cruz forma parte del Centro Nacional para Capacitación Profesional y Liderazgo de las Empleadas del hogar A. C. (CACEH), donde se ha instruido y también ha aprendido a protegerse de abusos, con lo cual, ayuda a sus colegas.
“Es importante que pidan la seguridad social por el beneficio de la salud, de la vivienda, de una pensión y, sobre todo, que hagan valer sus derechos de acuerdo a la ley”, señaló.