Agencia Central Puebla. Julio 11, 2024.
Tras la lluvia usual por la temporada de huracanes, la zona metropolitana de Puebla recibió una lluvia ahora de plomo. Ahora en el casino Big Bola de Lomas de Angelópolis. Nuevamente, una de las zonas supuestamente con más seguridad del estado fue el escenario
Desde su departamento en Sonata Towers esta familia y casi todos los vecinos de la zona de Lomas de Angelópolis II comenzaron a entrar en pánico. Los chats de administradores reclamaban la seguridad que les vendieron con el sobreprecio que da el lujo y la comodidad en departamentos, casas y clústeres con lujosos acabados y amenidades. De un tiempo a la fecha el principal lujo en Lomas de Angelópolis es poder dormir tranquilo. Algo que sale igual de lujoso en otras zonas de menor plusvalía en la zona metropolitana poblana.
El objetivo ahora no fueron esas familias, ni aquellos que van a cenar a Sonata, al cine a una cuadra, al gimnasio a dos calles más o por un café latte en cualquiera de las terrazas mientras sacan a sus perros del encierro diario. El objetivo fue Armando Alexis N., “El Jaguar”, un hombre que se decía ser miembro del Cártel Jalisco Nueva Generación para operar robo de carga, extorsiones, cobro de piso, narcomenudeo y otras industrias de lo ilícito en las Cholulas y Puebla Capital.
“El Jaguar”, un tipo joven que apenas pasaba los 35 años, originario de Chiapas, tenía tiempo extorsionando antros de la zona de San Andrés Cholula y las autoridades del área de Inteligencia en niveles federales ya lo tenían ubicado como autor de algunas ejecuciones entre narcomenudistas y ladrones de carga de Periférico Ecológico y la autopista México-Puebla. También sabían que mentía al manejar el nombre de la franquicia CJNG.
En un estudiado ataque, nuevamente un grupo táctico de ocho personas vigiló, estudio y esperó en los accesos principales y de emergencia de Plaza Sinfonía y del Casino Big Bola de Lomas de Angelópolis. A una hora en la que las familias de la clase media y media alta están por iniciar su ritual rumbo al descanso nocturno los balazos sonaron con precisión, bien medidos. La lluvia de plomo resultó pausada y directa. Dirigida hacia un blanco bien definido.
El grupo táctico entró al casino y ordenó a todos los asistentes tirarse al suelo. Dijeron ser del CJNG y que iban por un impostor. Gritaron el nombre de Alexis “El Jaguar” y exigieron se entregara por el bien de los asistentes. Alexis, en efecto, se encontraba presente guarecido entre máquinas tragamonedas.
Él y un amigo suyo que utilizó como guardaespaldas respondieron disparando contra el grupo táctico que en tres movimientos contratacó, los mató, hirió a sus dos acompañantes. Después salieron del lugar. Testigos en el sitio dicen que dejaron una cartulina y que al parecer el verdadero CJNG se adjudicó el ataque. Dicen también que se llevaron a una mujer del lugar.
Por los videos y relatos de los testigos parece que se trata nuevamente de una incursión de la llamada Operativa Barredora del CJNG que estaría reclamando al usurpador de su franquicia.
Los chats de vecinos no pararon toda la noche. En uno de ellos una vecina ironizó: “Esto ya es Lomas de Plomópolis”.
“El Jaguar” si bien no era vecino de Lomas de Angelópolis, sí se movía entre varios de los fraccionamientos más exclusivos de la zona sur de Puebla y zona metropolitana. La misma zona donde él vivía fue escenario de otra balacera hace meses, parece que ya lo estaban buscando.
La supuesta seguridad de los accesos, la discreción de los clústeres, el lujo y las amenidades, el estilo de vida buchón y la comodidad de Sonata y los centros comerciales aledaños en Lomas de Angelópolis así como sus múltiples accesos que comunican con Atlixco, Izúcar y por ende a Morelos por Vía Atlixcáyotl o a Veracruz y Ciudad de México por Periférico Ecológico, volvieron este punto exclusivo en un sitio altamente redituable y cómodo para ciertos perfiles de la delincuencia organizada que se hacen pasar por excéntricos nuevos ricos.
Hay edificios enteros en donde puede verse a grupos de bandas extranjeras dedicadas al “Gota a Gota” o de tratantes de personas para perfiles “ejecutivos”.
Hay entre los vecinos narcomenudistas para la élite dorada poblana que viven en Lomas de Angelópolis y distribuyen entre vecinos de La Vista y El Cristo.
Se mezclan con estudiantes universitarios de otros estados, con familias de buen ingreso económico, con trabajadores extranjeros contratados por las distintas industriales que se establecen en Puebla.
Pero la mayoría de este tipo de perfiles, como el de “El Jaguar” simplemente exhiben un estilo de vida para el que al poblano promedio simplemente no le alcanza.
Seguramente los chats de vecinos de Lomas de Angelópolis continuarán con molestias. No solamente peligra la plusvalía de sus propiedades, peligra la calma y la vida de sus familias.
Bienvenidos sean pues a Lomas de Plomópolis.