Agencia Infobae. Abril 08, 2024.
En el ámbito de los negocios en México, es notoria la existencia de empresarios que, a pesar de sus notables logros y contribuciones a la economía, prefieren mantener una discreción absoluta respecto a su presencia en la esfera pública. Entre este grupo selecto se encuentran los hermanos Fernando y Leopoldo Espinosa Abdalá, quienes han logrado posicionarse en el 23º lugar de las personas más ricas de México, de acuerdo con la renombrada lista de Forbes de las personas más acaudaladas del país en 2023, ostentando un patrimonio valuado en USD 2 mil 300 millones.
A diferencia de otros millonarios frecuentemente citados en los medios, los hermanos Espinosa Abdalá han conseguido mantener un bajo perfil, con escasas apariciones públicas desde su última acción notable en el sector empresarial en 2016, cuando llevaron a cabo la venta de Rimsa, una destacada compañía farmacéutica con la que se habían vinculado durante años.
Representaciones e Investigaciones Médicas (Rimsa), antes de ser vendida, se destacó como uno de los principales proveedores de productos farmacéuticos en México, con ingresos anuales superiores a los 200 millones de dólares. La intervención de los hermanos Espinosa Abdalá en esta compañía no se limitó a la gestión; también incursionaron en el desarrollo y patentado de nuevas medicinas, reforzando así su influencia y aportación al sector salud mexicano.
La venta de Rimsa a Teva Pharmaceutical Industries, conglomerado médico de origen israelí, en una operación valorada en los mismos USD 2 mil 300 millones que Forbes atribuye a la fortuna de los hermanos, marcó un punto de inflexión. Teva anunció inicialmente que se valdría de la infraestructura y reputación de Rimsa para consolidar su presencia en México. Sin embargo, con el tiempo, optó por integrar totalmente a la compañía mexicana a sus operaciones, eliminando la marca Rimsa del mercado nacional.
Tras concretar la transacción, los hermanos Espinosa Abdalá se alejaron de los focos mediáticos y de la vida pública, emprendiendo un discreto estilo de vida que ha captado la curiosidad pero escaso escrutinio público. A pesar de ello, se conoce que Fernando Espinosa Abdalá disfruta de lujos como un yate Sanlorenzo, denominado Alchemist, y un jet Gulfstream G550, evidenciando su afición por los bienes de alta gama.
Adicionalmente, los Espinosa Abdalá fueron mencionados en relación con los Pandora Papers, una investigación que los señala de haber establecido sociedades en Ginebra y otros paraísos fiscales. Este hecho subraya la complejidad de sus estrategias de inversión y gestión de patrimonio.
Aunque los hermanos optaron por retirarse del escenario empresarial tras la venta de Rimsa, su historia permanece como testimonio de la capacidad de influir significativamente en la industria farmacéutica mexicana, al tiempo que mantienen una vida privada alejada del análisis y la atención constantes del público y la prensa.