Agencia Excélsior. Marzo 06, 2024.
La indolencia, la carencia de perspectiva de género y la cerrazón de jueces, fiscales y ministerios públicos estatales frenan la justicia para mujeres y niñas víctimas de violación, acoso sexual y feminicidio, coincidieron en el Senado activistas que acudieron al amparo de los senadores para visibilizar los casos de sus hijas desaparecidas, asesinadas o violadas.
Una de las madres de niñas y mujeres víctimas de delitos fue la señora Victoria Figueiras, mamá de la niña violada a los cuatro años por su tío, que fue dejado en libertad por orden de un juez.
“Llevamos dos años de proceso en este juicio, en donde he luchado contra el mismo sistema, contra la misma familia, contra el mismo padre de mi niña; en donde todo mundo le ha dado la espalda, sin embargo, yo no he parado, no le he fallado a mi pequeña”.
“Hace dos años, mi niña tenía cuatro años, ahora tiene seis años. Hace dos años empecé a ver unas actitudes diferentes en mis dos menores; ahí es donde yo empiezo a alertarme, decir ‘algo está pasando’. Empezaban ellas a pedirme como ayuda, daban gritos de ayuda”, comenzó a explicar y dejó en claro que el ministerio público no incluyó pruebas que ella encontró y que el juez emitió un fallo equivocado.
Como padres, como sociedad tenemos que creerles y proteger a nuestros niños. No podemos permitir que estos casos sigan impunes, que los agresores sigan sueltos; estoy aterrada, estoy cansada de vivir todo esto, lamentablemente le tocó a mi niña”, planteó.
Laura Martínez Rodríguez, feminista a quien el Senado entregó el reconocimiento Elvia Carrillo Puerto, resaltó que “no es el primer caso que vemos. El viernes hubo otro caso idéntico en Morelos; también un juez dejó libre a un violador de una niña de cuatro años también. Tenemos que levantar la voz”.
Provenientes de Chiapas, un grupo de tres madres y un padre de familia, cuyas hijas fueron víctimas de feminicidio, aseguró que la justicia en casos contra mujeres no ha cambiado con la alternancia política en los gobiernos estatales; incluso explicaron que hay colectivos que usan a las víctimas para que sus integrantes escalen posiciones políticas.